Cada vez que mis ojos terminan de cerrarse, el miedo se apodera de cada parte de mi cuerpo.
Es el miedo a que consigan romper cada pedazo de la muralla que llevo años construyendo.
El miedo a que consigan conocerme tal cual soy, y que se alejen.
Es el miedo de ser como los demás, para alguien que nos parece diferente al resto.
Ese miedo de sentirme pequeño, que me impide reconocer la grandeza de otros.
Los que no tienen miedo de cometer errores, son personas que tienden a ser mejores, y no por no tenerle miedo a nada, sino por aprender de cada error cometido.
Quizás sea la persona más cariñosa del mundo pero también la más fría.
Confirmo que soy un poco duro, suelo intentar no parecer débil, siempre he sido y seré el pilar por el cual se apoyan los demás y por ello tengo que aparentar ser el más fuerte, aunque realmente, este deseando encerrarme en un sitio desconocido rompiendo cada objeto que se encuentre cerca de mí.
Siempre pensé que nacemos para triunfar, no para ser aplastados.
Pero es que esta vida nos pondrá miles de obstáculos para poder derrumbarnos, pero tenemos que ser más resistente para sobrepasarlos y seguir hacia delante, sacando fuerzas de donde no las haya.
Cada uno de nosotros vamos creciendo gracias a cada caída que vamos afrontando y cada problema que vamos solucionando, la edad biológica en solo un simple número de identidad donde todo el mundo te conocerá.
Suelo aparentar ser alguien cuando realmente no lo soy, el más positivo al exterior cuando por dentro me destruye el alma.
-Solo serás una más a la cual haré daño ¿es que no lo entiendes?- Grite intentando en que entrara en razón.
-Sal de ahí, hazlo por mí -susurró mientras sus ojos se iban cristalizando anunciando la salida de sus lágrimas.
-Esta es mi vida, no puedo cambiar para mejorarte a ti.
-Inténtalo- Habló más fuerte intentando convencerse a ella misma más que a mí-el miedo forma parte del juego. Y si no juegas, no puedes perder. Pero ten por seguro que tampoco vas a ganar.
Ella sabía cómo era, era la única persona que pudo acabar con cada temor de mi vida, destruyendo cada ladrillo que formaba mi fachada exterior, penetrándose en lo más interior de mí , pero nunca podríamos estar juntos, demasiados momentos del pasado interviniendo en nuestros presentes.
Yo prometí amarla, y lo estaba cumpliendo, la amaba por encima de todas las cosas de este mundo, lo daría todo por verla feliz, pero no lo estaba haciendo bien.
Meterla en mi vida solo supondría problemas, si todo el mundo se fue, es porque tenían su explicación.
>>No me hagas esto, no tú por favor- susurró mientras se alejaba de mi cuerpo dejando mi corazón roto en miles de pedazos.
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Prometí amarte.
Romance¿Qué sucede cuando tu vida cambia con apenas dos días de vida? ¿Y si tu día a día consistiera en múltiples cambios imparables? ¿Donde de un momento a otro no sabes a donde ir, ni a quien recurrir? ¿Cuando ya no te queda nada por el cual luchar? Sim...