Capítulo III

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El viernes temprano las pertenencias de la familia Smith comenzaron a llegar, la tarde anterior habían llegado camas nuevas, para las recámaras principales y conjuntamente muchas fornituras, espejos y una cantidad de baúles que en vez de parecer que solo eran tres personas, se especulaba por la cantidad de pertenencia que eran tres familias, así unas de las recámaras de la planta alta, fue desalojada y fue hecha en su lugar un despacho.

Mr. Lennox Runnell ese día no se dejó advertir de la familia, ya que sabía que Mr. Smith se marcharía al día siguiente, y entonces tendría las puertas abiertas para comenzar su plan, así mismo en la noche envió una nota disculpándose por no poder acompañarlos.

Cuando por la ventana de su recámara Mr. Lennox vio partir a Mr. Smith se expresó:

—Le haré tragar sus palabras.

Esa mañana sí descendió a desayunar y cuando lo hacía vio que en el pasillo por donde se iba a las habitaciones de las damas, había dos salvaguardia parado impidiendo la entrada, él sonrió para sí y expresó:

—Viejo zorro.

Y continuó descendiendo las escaleras, al llegar al salón del comedor encontró sola a Miss. Abril desayunando:

—Buenos días, Miss. Smith.

Ella muy tímida expresó:

—Buenos días Mr. Runnell.

—Por favor llamame Lennox.

Ella en tono de respuesta sonrió, él muy galante se sentó a un lado de la mesa, ya no tomó el lugar principal de esta, haciéndole entender a la joven dama que respetaba a su padre, aunque este no estuviera.

—¿Y Mrs. Smith?

—Mi madre duerme hasta muy tarde.

—¿De verdad?

—Si, en muy raras ocasiones despierta antes de las doce.

—No me diga, ¿Y usted?

—Oh no, soy muy madrugadora, me gusta hacer caminatas, y cuando puedo montar a caballo temprano, pero como está un poco lluvioso hoy no salí.

—Eso quiere decir que es usted una amazona.

—No tanto....

—En ese caso la invitó a montar mañana.

—Esta bien, pero no se que caballo montar, pues mi padre no me ha comprado aun uno.

—No se preocupe, tengo un caballo pura sangre, creo que este podrá llenar sus expectativas.

—¿De verdad tiene un pura sangre?

—Si está en las caballerizas, si desea se lo puedo enseñar luego del desayuno.

—Oh si, estaré encantada.

—En ese caso será un placer para este caballero.

Ella sonrió y Mr. Lennox reflexiona que su plan sería más fácil de lo que él deliberaba, así que terminó rápido el desayuno y posteriormente esperó que Miss. Abril terminará. Los dos se pusieron de pies y caminaron hacia las caballerizas, como estaba lloviznando Mr. Runnell pidió un parasol a un sirviente, este trajo uno inmenso y los dos caminaron hacia los establos, cuando entraron él dejó el paraguas en un lado y con toda galantería indicó:

—Es por aquí.

—Sí.

Miss. Abril Smith continúo a su lado en silencio, pero el corazón de ella se le deseaba salir, cuando se pararon al frente de un caballo negro con una melena resplandeciente, este al verlos aproximarse se alejó:

Pacto de Amistad 2 (Amor en Silencio II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora