Capitulo 16

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Antonio.
El intercambio de información fue todo un éxito con Lexy, creo que le caigo bien y no pude evitar sentirme triste cuando le contaba sobre su madre, porque una persona tan alegre como Atenas jamás de olvida.

Cuando lleve a Grecía al parque de diversiones fue por el motivo de querer entregarle mis pruebas... Pero quise ser original... Quise hacer algo diferente, algo que ella de seguro nunca hace... divertice.

Después de entregarle aquella evidencia y llevarla a su trabajo, me fui a mi casa, no pude evitar pensar.... ¿Y ahora qué pasará? ¿Me perdonará? ¿Creerá en mi?

Al día siguiente voy a su consultorio muy temprano para recoger la historia clínica y usarlo como excusa para verla, es más llegaría tal ves antes que ella pero, cuando me bajo del carro la veo, con un hombre alto, con cabello rubio, con ojos azules y con un buen vestuario.

Todo un príncipe azul para una princesa, me di cuenta... Era su futuro esposo... era evidente, pues la besó... Los labios que tanto quise besar ya tenían dueño... Y yo me encontraba ahí de pie, viendo como las manos de aquella chica eran tomadas por las manos de su esposo.

No se como me siento, es como si todo en mi se fuera congelado, me siento destrozado, nunca sentí este sentimiento... me siento destruido, siento que me falta el aire.

Tome aire y decidí esperar a que se fuera su esposo y entrar al consultorio y vi que Laurel no estaba.

Antonio: Así que el es tu futuro esposo, te felicito. -digo mientras por dentro se me parte el alma.
Grecía: si, lo es... ¿Qué haces aquí?
Antonio: estoy seguro que el nunca te llevará a un parque de diversiones.
Grecía: Es porque, el no es inmaduro.
Antonio: tu eres inmadura, ese día te divertirse. - no aguantaba más, estaba a punto de llorar.
Grecía: no importa, ¿Sabes? ¡No pensé que fueras capas de falsificar esos documentos!

Me enojé, eso me lastimo, ella me acusó de violador e intente demostrar lo contrario y ahora de eso, pero antes de que continuará insultandome la interrumpo.

Antonio: ojalá que seas feliz, me canse, deja de hacerte la santa y victimizarte. Te encanta llamarme violador y falsificador pero, ¿por qué no procedes  y demandas? Tengo pruebas que pueden validarse ante la corte sin temor alguno. Es más, deberías preguntarte por qué tu padre quitó la demanda y aceptó dinero de esos chicos.  Ya no quiero tu perdón, nunca más sabrás de mi, viví todo este tiempo sin ti y seguirá así.

No le permite hablar más y... me fui... enojado.

La Psicología Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora