Quisiera meterme a la corriente de tus venas, fluir pausadamente por tu cuerpo, descansar de un azaroso viaje a la puerta de tu corazón, acariciarlo suavemente arrodillarme ante tu latiente monumento, adorarlo como un gran maestro, besarlo tantas veces, hasta que mi boca se vuelva roja y después que la vida se sienta adormecer de muchos cariños robados, acomodarme en un rincón de tu ser, espiar cuando a solas elaboras recuerdos que enamoran y saber si realmente existo en la intimidad de tu angustiante soledad, estaré atento a todo pensamiento que se desprenda de tu cerebro y de cada suspiro brotado de lo más íntimo para saber a quién va dirigido y si por descuido mío, te das cuenta que tienes otro espíritu que por momentos te ausenta, de lo cotidiano de la vida no pongas atención, no hagas caso, a lo que pasa en tu interior, déjame un momento más, hasta conquistar tu alma para abrazarla y no soltarla jamás, porque ya no quiero zozobrar en esta sociedad que me atosiga, esta es la felicidad que quiero tener, si me dejas fundirme en tu amor yo te juro cuántas veces tú quieras, que no me he de ir de esta tierra, hasta que nuestras almas un día se salgan y caminemos de la mano a distintos mundos, para encontrar la presencia del gran poderoso amado y como siempre él está de buenas, te aseguro que ha guardado nuestra esperada bendición.
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León
17 abril 16. 12:01 pm
He guardado un beso en un lugar, de donde no quiero regresar.
