La Psicología Del Amor

Capitilo 17

Grecía.
La felicidad que me invadía ayer, desapareció, estaba feliz porque Antonio no me hizo nada.

Pero todo se acabo, hoy muy temprano, mi  moto fallo y para la gran suerte mi futuro esposo Carlos vino a llevarme al trabajo, talves fue coincidencia o casualidad pero fue de buena ayuda pues mi vieja moto dejo de funcionar.

Después de llevar a Lex al colegio, me llevo al consultorio y nos bajamos del carro.

Carlos: te extrañe mucho, por eso no pude esperar más y fui a recogerte.
Grecía: ¿Cómo estuvo tu viaje?
Carlos: bien, vendí muchos carros.

Carlos vendía automóviles, la empresa era suya y le iba muy bien, por eso aveces viajaba y duraba mucho tiempo lejos de mi.

El fue el único novio que tuve desde aquel momento... Además el único que... no me a tocado y no porque no quiera sino porque no se lo e permitido.

Cuando me case me entregaré a el, será con el primer hombre que estaré después de aquel suceso. Será como mi padre siempre quiso.

Me da un beso, ese beso fue algo largo, no esperaba ese beso.

-Pienso-

No siento nada, quisiera sentir algo, pero derepente imagino que quien me besa es Antonio y con el si sentiría. Uf, no debo pensar cosas así de alguien tan cruel.

Carlos me dice que me ama y se va.

Entro a mi consultorio, aún Laurel no a llegado.

Luego repentinamente llega Antonio lo que para mi es una gran sorpresa.

Tuvimos algo así como una discusión, pero lo peor es que creo que lo lastimé, creo que no pensé las cosas, creo que aún tengo algo de rencor.

Se fue sin dejarme hablar. Creo que tiene razón, nunca volví a cuestionar a mi padre y solo me enfoqué en cuidar a mi sobrina y cumplir todo lo que me pedían y lo único que quise fue vivir sola con mi pequeña. Ellos debieron pagar sus crímenes y siguieron libres. Eso duele.

Me sentí mal, sentí que algo por dentro me quemaba, sentí que mi corazón se rompía.

Reaccionó y salgo en busca de intentar alcanzarlo, pero cuando salí, sólo pude ver su carro alejarse de mi vista y rompí en llanto mientras me decía una y otra vez que "Te perdono, se que no hiciste nada"

Aunque estoy sufriendo por dentro, no lo demostraré por fuera, deje de llorar y a los pocos minutos llegue laurel, no le conté nada, solo que Carlos regresó y continue mi día como si nada fuera pasado aunque no es así, algo paso... Mi corazón estaba roto. Se habían abierto heridas profundas.