Juro que me desperté casi temblando, me sentía tan débil y nerviosa, intenté hacer todo muy lento. Moría de pánico, no estaba segura de que realmente quisiera hablar, pero lo peor de todo era que una parte de mí le creía y moría por llegar a verlo, a ver sus preciosos ojos negros y su sonrisa perfecta. Espera ¿Qué acabo de decir? No, no podía sentir algo por él, justo en este momento, debía hacer las cosas según al plan, pero ¿Cómo podía concentrarse uno con alguien tan perfecto cerca? No lo había notado antes!! Desde ese momento en que lo vi y nuestras manos hicieron contacto, una chispa se encendió entre nosotros. NOO Alto, eso no es posible, es un acosador repugnante con secretos obscuros ocultos ¿cómo se podría enamorar alguien de eso? Aparte todos sabemos que el amor es el sentimiento más estúpido que puede existir, pues haces todo lo que creas necesario para mantener la relación pero en algún momento termina. ¿Qué esperaba? ¿Qué él fuera diferente a todos los hombres? NO, eso no pasaría.
Bajé y mi hermano ya me esperaba, fuimos al parque según el plan, él se escondió en unos arbustos un poco lejos de la banca en la que estaba, pero se veía cada movimiento a la perfección. El parque estaba completamente solo. Eran las 2:00 pm aproximadamente, estaba nerviosa. Empecé a caminar de un lado al otro volteando hacia todas partes. Saqué mi celular de mi bolso de la sudadera para ver la hora pero tenía un mensaje. Era del mismo número del día anterior.
"No saldré hasta que él se vaya" Mi corazón se aceleró, volteé bruscamente a todos lados, eso quería decir que estaba cerca, escondido igual que Fer. Un frío terrible me corrió la espalda hasta parar en mi nuca, nunca antes había sentido esto. Le mandé un mensaje a mi hermano diciéndole, se me ocurrió un plan mejor. Fer salió de los arbustos fingiendo que se rendía mientras se iba hacia un puesto cercano siendo muy discreto. En ese instante Alex salió de su escondite con las manos arriba, acercándose sigilosa y asechadoramente hacia mi con sus ojos clavados en los míos. Eran tan profundos, su sonrisa de oreja a oreja como siempre, se detuvo al estar a escasos centímetros de mi
-Un gusto verte- Sonrió bajando las manos lentamente
-Me encantaría decir lo mismo- dije alzando los hombros y volteando hacia otro punto que no fuera él no esperé a que respondiera, necesitaba salir de ahí cuanto antes -¿Qué quieres? ¿Cuál es el motivo de tanto misterio?- Arqueé una ceja intentando verme ruda y provocadora
-¿Cuál es la prisa?- dijo mientras caminaba hacia la banca más cercana, se sentó y estiro sus piernas cruzándose de brazos, me paré frente a él intentando ser clara y concreta, pero temía que en cualquier momento su mirada y su rostro perfecto me derrotaran por completo -¿Segura que no quieres sentarte? Te cansarás- no me quitaba la vista de encima ni por un segundo, yo intenté hacer lo mismo para mostrarme fuerte, pero repito no sabía si lo lograría.
-¿Por qué no empiezas? Para ahorrar tiempo, digo- no era muy buena contestando y provocando a las personas y mucho menos a él. Era el rey del sarcasmo y el máqs odioso que podía existir ¿Qué se creía?
-Mmm contestar con una pregunta, nada mal, pero creo que deberemos mejorar tu técnica- Se puso las manos detrás de la nuca y me guiñó un ojo. Yo hice los ojos al cielo y lo miré fijamente.
-Bien, te escucho- Me crucé de brazos, no pensaba seguirle el jueguito. Se quedó callado solamente...
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No fue una casualidad
Teen FictionAle esta confundida, se siente sola cada momento de su vida. ¿Su madre? No es la mejor madre del mundo, y no quiere aceptar que le duele la partida de su esposo ¿Su hermano? Sólo la fastidia, es menor que ella pero no soporta sus estúpidas bromas ¿...