Si los ecos que retumbaban en mi cabeza no eran suficientes parecía que los demás si, porque aunque no pudiese escuchar sus pensamientos allí sentados mirándome sentía esta atmósfera cargada de muchas preguntas, de alguna que otra mirada de asco, como de alguna que otra sonrisa de admiración, de querer poseer mi cualidad, de alguna forma era increíblemente extraño, o al menos para mí que alguien quisiese estar en mi posición, ahora me doy cuenta que no es fácil distinguir entre la realidad y la fantasía y más si no la vives en primera persona.
Seguía riéndome por dentro porque parecía que Max había quedado en coma, solo miraba al infinito sin palabras, ni sonrisas, ni muecas, supongo que al darle lo que quería, una respuesta, y más con una de este tipo quedo absolutamente condenado al silencio, Alce de alguna forma había quedado igual, solo mis padres y nosotros sabíamos esto, ahora que yo había decidido revelarlo, por supuesto el no podía creerlo, porque ni siquiera a su novia se lo habíamos contando.
Lo único que podíamos hacer ahora era dormir, bueno, dormir del todo tampoco, o al menos no todos, hoy nos tocaría a Laura, Matías y a mí custodiar a la hoguera a Alce, al hermano y padre de Laura. A decir verdad, Laura y Matías parecían buena gente, él era bastante alto, de tal vez un metro noventa, pelo castaño oscuro, piel morena, y ojos marrones claros, parecían bastante atléticos, y se veía más o menos de nuestra edad. Laura en cambio se veía un poco menor, pero también era alta, de pelo largo, castaño casi rubio obscuro, con cejas un poco gruesas, ojos marrones claros, piel blanca, y delgada.
Mientras estábamos allí sentados mirando como la hoguera dejaba volar las cenizas al compás del silencio nos preguntábamos por dentro e incesantemente que pasaría con nosotros, si no recuerdo mal esta tal vez era la cuarta noche que pasábamos en la isla. Aunque no lo parezca después de toda aquella declaración me daba vergüenza hablarles, no sé por qué, pero de igual forma no quería estar allí sentada pensando en si algún día saldría con vida de aquella isla.
-¿Y ustedes... porque iban a Venezuela?- Pregunte tratando de hecho de responderme yo misma por ellos, pensaba que ninguno quería hablar con migo y menos Laura después del susto que le había hecho pasar.
Yo...- Contestó Matías- yo... iba de viaje, iba a hacer turismo a Venezuela- Yo por ese titubeo sospeche desde el principio que Matías me mentía algo debía estar sucediendo, algo pasaba por su cabeza que no lo dejaba pensar, un recuerdo borroso o tal vez uno muy claro que hacía que intentase olvidarlo pero que seguía allí como una nube rozando el borde de su propio volcán de pasado., un mar de nubes que el mismo trataba de disolver cerrando los ojos - ¿Y tú?
¿Yo?- Que tonta ¿para que pregunto?- Yo iba a Venezuela acompañando a mi hermano a un congreso de historiadores- Por dentro sabía que mentía pero si yo intuía que él me mentía ¿por qué no a la inversa?
¿Tu hermano es historiador? Debe tener muchísimo dinero...- Pensó en voz alta, la verdad no parecía tan inteligente como atlético el muchacho.
Bueno el padre de Laura le compro un huevo de Kores y no parece millonaria, y no, realmente el no es un estudiante, o no al menos de la universidad, al no poder pagar la carrera el simplemente pidió asistir clases como oyente y bueno, fue invitado a un congreso de historiadores.
Se escucha bien, ¿imaginas que Venezuela sea esto? Y que los humanimales hayan acabado con ella y haya quedado simplemente esta extraña isla varada en medio del océano.- Que imaginación tiene.
No lo creo- Respondió ahora Laura dándose la vuelta- Yo voy a ver a mi madre, viajamos cada tres meses desde que mis padres se divorciaron, y no creo que en tres meses los humanimales hiciesen tanto, lo que me extraña es que aún no hayamos encontrado señales de vida, pues en un sitio tan extraño al menos los demás pasajero deben estar vagando locos por escapar de aquí, más aún cuando no tenemos ni tan siquiera internet, sinceramente estoy a punto de volverme loca.
Yo aún seguía pensando en que de alguna forma si Matías y yo mentíamos sobre nuestra historia ¿por qué Laura no? Tal vez todos los pasajeros de este avión seamos unos mentirosos compulsivos, pero la simple coincidencia de que estemos aquí también me aterra, no habíamos sabido nada de los conductores del avión, y a decir verdad Laura no parecía estar mintiendo, pero esa noche que pasamos con Matías no termino de arrojarme datos muy claros sobre quién era el, parecía esconderse tras otra personalidad, como si fuese dos personas al mismo tiempo, como los disfraces que trajo mamá, que por cierto no quiero recordar.
-Espero que encontremos la salida de una buena vez, en tres días debería estar regresando a mi trabajo- continuó Matías-
No lo creo- Enuncio Laura- Si los humanimales atacaron con tanta intensidad l aeropuerto ¿cómo crees tú que continuará el resto de la ciudad? Y por lo que se los removibles tratan de mudar su sede de Rusia a Venezuela, es estratégicamente perfecto, pues estarán conectados a la costa, y el frío no será un problema, con esta contaminación tan grande que hay arder será un hecho y no una provocación, me extraña que estemos donde estemos no estemos muriendo del calor, que el agua del mar se tan fresca, el agua tan obscura, y los árboles simplemente reales.
Creo que tienes razón- Respondía de nuevo- Estaremos mejor, aunque sea por unos días aquí que en Rusia, dos días antes de irnos en mi vecindario habían abandonado sus pertenencias seis familias, pero ellos huyeron a Nueva Roma, parece que allí los humanimales están albergando la vida humana también al fin y al cabo no todos nos tienen resentimiento, aunque de alguna forma sería una buena estrategia para tenernos más cerca y matarnos.
Sinceramente no se a donde irá a parar esto, a veces despierto pensando que será de mi futuro porque no termino de ver la luz al final del camino, mi madre me recuerda al llamare las leyendas, la reconfiguración, pero luego pienso que esa estupidez la pudo haber creado cualquier simple mortal y sigo dando vueltas en estos pensamientos autodestructivos- Contesta Laura, que en vez de hablar parece estar leyendo mis pensamientos, al fin y al cabo parece que siendo jóvenes podemos encontrarnos de forma más cercana, penamos de la misma forma y vemos el mundo de la misma forma, ¿Cómo puedo sentir algo que no he vivido o que no viviré?
/////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
¿Qué te pareció el capítulo? Coméntalo aquí abajo
¿Te gusto? No olvides votar
¿Quieres seguir leyendo? Incluye humanimales a tu lista de lectura
¿Quieres que tus amigos lo lean? Pulsa compartir
¿Quieres que actualice más rápido? Utiliza la etiqueta #Humanimales
¿Te gustaría leer más historias? Sígueme