Un imagina de Ashton Irwin para Nere.
Llevaba mucho tiempo esperando este día. Y con mucho tiempo, me refiero a meses. Él se había ido con su grupo a recorrer EE.UU y a hacer su sueño realidad, no iba a ser yo quién se lo impidiese. Volví a mirar el reloj por décima vez... "Solo quince minutos más" Pensé mientras movía mi pierna arriba y a abajo esperando que el tiempo pasase tan rápido como fuese posible. La gente pasaba de un lado a otro del aeropuerto, nerviosa, lo que hacía que me alterase un poco más. Respiré hondo un par de veces intentando tranquilizarme, pero no podía. Mi corazón latía fuertemente contra mi pecho y mi estómago se retorcía. "No debería haber comido" pensé mientras intentaba buscar algo para distraerme. Finalmente, una voz femenina anunció que el avión en el que venían los chicos llegaría en unos 5 minutos. Sonreí y me puse de pie. Comencé a buscar la puerta por la que saldrían, tras pararme a leer varios letreros y pantallas, encontré la puerta y me sitúe detrás de la barra metálica. Podía ver por un pequeño hueco como la gente se bajaba del avión y entraba en el aeropuerto por las puertas giratorias. De repente, lo vi. Vi su pelo alborotado, su camiseta sin mangas que me debajaba ver su pecho y su sonrisa, esa hermosa sonrisa que nunca perdía. Esperé impaciente hasta que la puerta se abrió y apareció delante de mí.
- ¡ASH! -grité a la vez que abría mis brazos.
El dejó su maleta a un lado y corrió hacia mí. Me rodeó con sus musculosos brazos y me levantó del suelo, dándome un abrazo que duró bastante tiempo. Luego volvió a dejarme en el suelo y me sonrió.
- Te he echado de menos, Nere -dijo acercándose a mí.
No podía creer que estuviera volviendo a sentir sus suaves labios sobre los míos. Había esperado mucho tiempo para esto, pero, como dicen, lo bueno se hace esperar. Después Ashton volvió a coger su maleta que había dejado a un lado y nos dirigimos a coger un taxi. Durante el viaje, Ashton no paraba de sonreirme y de sonreir pícaramente. Mi estómago se contraía cada vez que pensaba en qué pasaría cuando llegaramos a casa. Tras media hora de carretera, al fin, llegamos a casa. Ashton subió las maletas hasta su habitación y se dirigió directamente hacia mí. Agarrándome por la cintura y apretándo fuertemente su cuerpo contra el mío.
- Te necesito -susurró- Ahora.
Sonreí y pude notar como mis mejillas comenzaban a arder. No me dio tiempo a articular palabra cuando los labios de Ashton estaban sobre los míos, moviendose lentamente, yo le seguí. Después, me acorraló contra la pared y se separo de mí, sonriéndome de oreja a oreja, podía notar su aliento sobre mis labios. Me dirigió una mirada que deltaba sus ideas.
- Salta -dijo él abriendo sus brazos.
Hice lo que me pedía y di un pequeño salto. Ashton me agarró por los muslos y yo rodeé mis piernas en sus caderas. Siguió besándome el cuello, hasta llegar a mi pecho, luego, me agarró más fuerte, se dio la vuelta y me dejó caer sobre su cama, colocándose encima de mí. Le quité la camiseta lo más rápido que pude e hice lo mismo con la mía. Ash comenzó a empujar su cuerpo contra el mío, dejando escapar un gemido. Después, se quitó los pantalones y yo me quité los míos. Se volvió a colocar encima de mí y me miró a los ojos.
- ¿Estás segura? -dijo él con brillo en sus ojos.
- Sí -dije de inmediato.
Entonces, Ashton comenzo a empujar dentro de mí, suavemente, lentamente. Mientras apretaba sus labios. Luego, aunmentó el ritmo y comenzó a mover su pelvis en círculos. Yo cerraba los ojos e intentaba recoger todo lo que me proporcionaba, que era una sensación increíble, soltando un gemido de vez en cuando al que Ashton respondía con un gruñido o una sonrisa. Un poco más tarde pude notar como los dedos de Ashton comenzaban a hundirse en las sábanas, haciendo una gran presión. Cogí aire por última vez y ambos nos dejamos ir. Ash acarició mi mejilla y me dio un suave beso en los labios.
- Te quiero, preciosa -dijo mientras intentaba recobrar el aliento.
