Alice no dejaba de mirar fijamente a Aleksandra mientras se dirigían a casa. La chica sabía que se debía a lo que le habían contado aquel día en la mañana sobre el nuevo doctor que había llegado a Forks. No se quería hacer muchas ilusiones, pero aún así se sentía extraña, de una buena manera. Era como si supiera que algo estaba a punto de pasar, como si se tratara de las mariposas en el estómago de las que suelen hablar tanto los chicos de la preparatoria.
—¿Que es lo que te pasa? —Jasper le preguntó mientras la miraba por el espejo retrovisor.
Aleksandra de inmediato sintió tranquilidad. Sabía que aquello le iba a ayudar bastante, pero no quería dejar de sentirse ansiosa. Jasper levantó una ceja al ver que la chica no respondía, así que carraspeó ruidosamente para llamar su atención.
—Lo siento, no estaba prestando atención —Aleksandra respondió algo avergonzada. Sabía que no escuchar a los demás mientras le hablaban era una falta de respeto, o al menos eso es algo de lo que recordaba de su vida humana— ¿que preguntaste?.
—Te pregunté la razón por la que estás tan nerviosa y feliz —Jasper aumentó la velocidad del auto una vez que se adentraron en el bosque– la mayoría del tiempo sueles estar tranquila y casi nunca te veo tan emocionada.
—No se lo que está pasando conmigo, pero creo que solo se trata de un buen día —la chica mintió, pero aún así pudo notar como Jasper hacía una mueca que era más sonrisa que nada, mientras volvía a dirigir su mirada a la carretera.
—Carlisle llegó temprano a casa, así que nos está esperando —Alice miró a Jasper, el cual la miró con amor. Sabía que su esposa sabía algo que él no.
—¿Me perdí de algo?.
—No te pierdes de mucho. De todas formas Carlisle desea hablar con nosotros.
Jasper no hizo nada más que asentir con la cabeza y seguir con el corto tramo que les quedaba de camino. La chica no podía pensar en nada más que lo que Carlisle tenía por contarles. Sabía que estaría decepcionada si no era lo que había imaginado desde temprano, pero aún así había otra parte dentro de ella que la hacía sentirse llena de júbilo. Era una extraña sensación, pero por lo menos era algo nuevo, algo que la sacaba de su rutina diaria, la cual le solía parecer bastante aburrida.
—Entra a la cochera hoy, más tarde habrá una tormenta y no quiero que mi auto se ensucie esta vez. Ya tuve suficiente con que Emmett lo llenara de barro la semana pasada —Alice le dijo a Jasper, el cual solo sonrió castamente.
Aleksandra tomó su mochila y bajó en cuanto el auto se detuvo. Alice sonrió ampliamente al ver la manera tan rara en que actuaba su hermana, ya que la mayoría de las veces solía estar seria y no hacía cosas muy interesantes. Sabía que Esme y Carlisle los estaban esperando, ya que pudo escuchar un leve movimiento en el sofá de la sala de estar. Dejo su chaqueta húmeda en la entrada y en un segundo llegó hasta sus padres adoptivos, los cuales la miraban seriamente.
—Hoy llegaste más temprano a casa —Esme la saludó con felicidad. Aleksandra le regresó la sonrisa y se dirigió a ella para darle un beso en la mejilla.
—Alice me comentó que tenían algo que contarnos —Aleksandra comentó más interesada de lo normal.
—Y veo que esto te tiene bastante intrigada —Carlisle se burló.
—Todo el camino estuvo muy ansiosa —Jasper comentó mientras entraba a la sala, con Alice saltando de un pie a otro unos pasos más delante que él.
Aleksandra se quedó en silencio mientras esperaba que los demás hablaran. No quería que supieran que ella ya tenía una idea de lo que sucedería. Por lo menos no estaba Edward en ese momento para desmentirla.
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Cuando el amor llegó ⟨••Caius Volturi••⟩ (REESCRIBIENDO)
Fanfiction[REESCRIBIENDO] Un encuentro inesperado, dos personas solitarias sin experiencia alguna en el amor. Ella es una Cullen, él un Volturi. (Basada en los libros)