El anime también necesita héroes.

Hogar, dulce nuevo hogar.

*Narra Natsu*

Decidimos entrar al Templo.

-Chicos, creo que está cerrado- Dijo Kim.

-¿Alguien trae una llave?- Preguntó Víctor.

-Sí, y también traigo un pastel, una vaca y las esferas del dragón.- Dijo Corchea con sarcasmo.

-¿DE VERDAD?- Dijo Víctor.

-¿Enserio?- Dijo Kim creyendo lo que Corchea había dicho.

En ese momento Carmina golpeó en la cabeza a Víctor y Minato a Kim.

-Ay- Dijeron Kim y Víctor al mismo tiempo.

-Oh, no. Nada está cerrado para mí- Dijo Carmina caminando hacia las puertas.

En ese momento Carmina se puso a gritarle a las puertas cosas de divas.

-No creo que eso funcione- Dijo Ana cargando a Chito.

En ese momento las puertas se abrieron. 

Ya veo que todos le tienen miedo a Carmina.

Todos entramos con un poco de miedo de hacer enojar a Carmina.

-¿Por qué Ana tiene un gato y yo no?- Dijo Kim triste.

-Vamos, tú tienes... Tienes...- Dije y volteé a los lados para buscar algo. -Tienes a Víctor, es un pequeño y salvaje animal- Dijo sonriendo.

-Pero tiene retraso mental- Dijo Kim.

-Buen punto- Dijo Genos.

-Aiñ, mi kokoro - Dijo Víctor con un lágrima.

-Cállate y camina- Dijo Minato.

Volteé a ver todo el templo. Todo era antiguo y hermoso. Todo estaba acomodado y limpio.

Continuamos caminando mientras Víctor tocaba todo lo que veía.

-Creo que ahora podemos dormir aquí- Dijo Víctor.

Volteé a verlos a todos. Vi que Carmina, Ana con Chito en brazos, Martha, Corchea y Víctor estaban fascinados por el lugar y no los culpaba, este lugar es genial.

También noté que Kim estaba viendo a todos lados un poco insegura al igual que Minato y Genos.

-Chicos, no estamos solos- Dijo Kim.

-¿De qué hablas?- Pregunté. Todo estaba muy bien, no sabía por dudaban tanto.

-Tiene razón, no estamos solos.- Dijo Genos. -ENE se fue- Completó.

-Pero eso no tiene nada que ver- Dijo Corchea.

-¿Qué acaso no se han preguntado por qué todo esta tan limpio y acomodado si se supone que este lugar estuvo abandonado hace millones de años?- Dijo Kim.

-¿Minato?- Preguntó Ana.

-Se tardaron en reaccionar, desde que estábamos afuera era obvio que no estamos solos- Dijo.

Tenían razón, no habíamos pensado en eso.

Todos volteamos a diferentes direcciones.

-Oigan...- Dijo Carmina pero fue interrumpida por una persona que salió de la nada.