99-. Él está de vuelta // Parte II //

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El jet aterrizó en el hangar privado de los Malik poco después de las cuatro de la tarde. Estábamos a tiempo para la exposición, de hecho, aún faltaban horas para que iniciara; sin embargo, eran muchos los asuntos de los cuales debíamos encargarnos todavía.

—¿Irás a ver a Elizabeth? —con tal interrogante Zayn le arrebató mi atención a la ventanilla y al paisaje que ésta me mostraba. Al virar hacia Zayn me percaté de que algo guardaba en el interior de su abrigo con aire distraído.

—Sí —respondí finalmente—, después regresaré al hotel.

Al termino de mis palabras el auto se detuvo frente a la galería. En la acera del edificio podía apreciarse a Grace quien no estaba muy feliz y la culpa era enteramente de Zayn.

Las llamadas iniciaron desde nuestra llegada a Inglaterra y Zayn se encargó de ignorarlas a todas ellas. En algún punto la responsabilidad recayó sobre mí y mientras salíamos del hotel lo obligué a que contestara el teléfono. Al parecer era urgente que Zayn apareciera en la galería pero él no conocía lo que la palabra "urgente" significaba y el trayecto que debió durar media hora se volvió en uno de una hora y media, causando que Grace perdiera la cabeza.

—Bien —depositó un pequeño beso en mis labios—, entonces te veo allá en un rato. Saluda a Elizabeth de mi parte.

—Saludos para Grace también —recordé cuando Zayn se preparaba para abandonar el auto. Su reacción al escuchar ese nombre fue bufar y yo no pude hacer otra cosa más que reír.

El auto emprendió de nuevo el viaje, esta vez siendo comandado por mí. No mucho tiempo después nos detuvimos frente a un edificio que yo conocía muy bien, Sharpe bienes raices. Mamá no sabía que yo estaba al tanto de su situación laboral. Preferí no mencionar nada en días pasados pues no era el momento ideal y creo que seguía sin serlo, por ello solo me presentaría frente a ella para hacerla participe de la verdad, que yo lo sabía todo.

En el camino me encontré a varias caras familiares que me guiaron hasta la oficina de mamá, sorprendentemente, después de todos estos años, seguía siendo la misma.

—Adelante —escuché su voz tras unos segundos de espera.

Puedo jurar que a mamá casi se le salen los ojos de las cuencas al verme entrar.

—Hola —saludé con una gran sonrisa producto de su reacción. No era fácil sorprenderla pero hoy vaya que lo había logrado.

—¿Qué haces aquí?

—Sabías que vendría, hoy es la exposición de Zayn y mañana la boda de Louis.

—Me refiero a qué haces aquí, en el edificio.

Desde el inicio supe perfectamente a lo que mamá se refería, simplemente no quería ingresar al tema de forma directa, pero evidentemente mamá tenía otros planes.

—Quería ver que tal te está yendo ahora que estás de regreso en tu empleo.

Inspeccioné la habitación con la mirada, a simple vista todo parecía encontrarse en el lugar de siempre e incluso esas figurillas de porcelana en forma de pequeños elefantes que papá le obsequió a mamá en uno de sus primeros aniversarios, continuaban en el estante de siempre.

—¿Quien te lo dijo? —su pregunta atrajo mi atención, pero mamá no estaba mirándome.

—Lo descubrí por mi cuenta.

No encontré el sentido de delatar a Miles, después de todo él pensaba guardar el secreto si tan sólo los de la florería no hubiesen sido tan ineptos.

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