Mucho mas que un amor prohibido (WIGETTA LEMMON) [Completa]

Capitulo 38 (Parte 1)

Nota: Este capitulo contiene lenguaje explícito. Si no te agrada éste tipo de contenido te sugiero que no lo leas.

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Narra Guillermo.

La verdad es que fue estúpida la idea de irme de la biblioteca sin Samuel, y aún mas estúpida fue la idea de ir a la casa de aquella zorra en busca de él. ¿Se piensan que no presté atención a todo lo que decía en la cena de anoche? Pues, he escuchado cada palabra proveniente de esa asquerosa boca, hasta incluso en dónde vivía. Fue por eso que me dirigí hasta allí luego de pasar, aproximadamente, cinco minutos en casa desde que había llegado sin Samuel. 

Al llegar, escuché los gritos de la asquerosa mujer que era dueña de aquel departamento. Los gritos eran un tanto lejanos y casi no los podía escuchar con demasiada nitidez. Obviamente que no iba a tocar el timbre si quería seguir escuchando, pero solo se escuchaban los gritos de ella y unas cortas pausas entre medio. Acerqué la mano hasta el picaporte y corroboré si la puerta estaba cerrada con llave. La puerta se abrió tan sólo unos centímetros para poder escuchar con mayor claridad, pero no esperaba oír tal cosa.

-¿¡AMOR!? ¿¡ME HABLAS DE AMOR!?- gritó la zorra.- ¡ME HAS DEJADO POR UN MALDITO GAY, SAMUEL!- Abrí la puerta ya algo cabreado y me dirigí hasta donde provenían aquellos gritos.

-¡SE LLAMA GUILLERMO, ENFERMA!- Escuché gritar a Samuel aún sin poder ver dónde estaba mientras seguía buscándolos por la casa.

-¿¡ENFERMA!?- Le contestó.- ¡EL ENFERMO ERES TÚ, MALDITO HOMOSEXUAL!- y me detuve en seco con los ojos abiertos por aquella expresión."Homosexual"- ¡LÁRGATE DE MI CASA!

"Homosexual... Eh convertido a Samuel en un fracasado gay..." Me dije a mí mismo. Sabía lo que se siente ser excluido y rechazado por todos; no quería lo mismo para él, no quería que sufriera de la misma manera en la que sufrí yo. Sabía que no lo soportaría.

-No hace falta.- dije estando parado en la puerta de la cocina con los ojos clavados en aquella chica que se quedó sorprendida al verme de pie en su casa.- Puedes quedarte con él.- dije para mirar a Samuel y sentir como una maldita lágrima resbaló por mi mejilla.

-¿¡TÚ CÓMO COÑO HAS ENTRADO!?- Me gritó furiosa.

-La puerta estaba sin llave... Yo... lo siento. Ya me iré.- Y me dirigí a la puerta de entrada a pesar del grito que me pegó Samuel, llamándome. 

Salí de aquella casa con el sol despidiéndose de un largo día, un muy decepcionante día. Había dejado a Samuel para que regrese con su novia y yo ya no estaría en su camino; no interferiría. No quería que sufriese los insultos por ser homosexual; yo ya estaba acostumbrado.Comencé a caminar lentamente con la noche cayendo a mis espaldas y con la brisa pegándome en la nuca provocando que mi cuerpo se erizara por completo. Obviamente, me sentía devastado porque dejar a la persona que quieres, o que amas, es demasiado difícil y duro de admitir. 

Caminé acompañado del silencio de la noche y de los leves sollozos junto con algunas lágrimas que resbalaban por mi rostro. A medida que el sol se iba poniendo el frío se sentía cada vez más, haciendo que el viento me despeinara. 

"¿Cómo es que puedo pensar que Samuel será feliz con todas esas burlas e insultos en sus espaldas por la orientación sexual que decida tomar? ¿Cómo puedo pensar que va a venir corriendo a mis brazos si tiene a una hermosa mujer a su lado? ¿Cómo puedo ser tan ingenuo? Me cuesta decir ésto que siento, nunca fui así, pero con Samuel es totalmente distinto. Me siento tan libre y tan atrapado al mismo tiempo. No puedo controlar ésto que siento pero puedo controlar mi destino, y Samuel no estará en él; no si tiene que sufrir tantas burlas.