La Chica de la Corona de Flores.

Mr. Misunderstood

    

   Mis padres siempre me decían que las diferencias nos hacían únicos, supongo que por eso soy así. Rebelde con el mundo, y no es porque hubo algún acontecimiento traumático que me haya llevado a ser de esta manera, simplemente creo en lo que ellos me dicen, siempre he querido marcar la diferencia entre este cardúmen de peces iguales que es el instituto. 

   Ningún profesor, o nadie en realidad parece entenderme, tampoco es que me importe, pero con Lisa me sentí como aquel niño pequeño que se emocionaba con cada dulce que me dieran, en este caso, cada oración o frase que saliera de su boca. No me sentía en la necesidad de mandarla a callar, y demonios, como amaba hacer eso con las personas.

  Soy un fiel creyente que en la soledad se encuentra la paz, es por eso que no me gusta la gente; tampoco me gusta ir a la playa en verano porque odio como la arena me convierte en algo pegajoso y con picazón de culo, realmente detesto ir a la playa en general. Tampoco me gustan las fiestas, porque todos se comportan como pubertos en pleno desarrollo con las hormonas alborotadas y eso sin siquiera probar una sola gota de alcohol, pero supongo que asisto a ellas porque soy un puberto en pleno desarrollo al igual que todos ellos y también las hormonas se me alborotan de vez en cuando. 

  Entonces, desde que comencé a frecuentar a Lisa, mis amigos comenzaron a decir que había cambiado, que seguía siendo Ryan, pero no el Ryan grosero y agresivo que conocen, ya no me metía en problemas y en el último mes no me habían llevado a detención. No es que me importara mucho, pero si sentía una pequeña emoción cada vez que mi mamá me sonreía al llegar a casa en vez de tirar la puerta y encerrarse en su habitación. 

  Ya no sentía la necesidad de ir a las fiestas, porque prefería pasar un rato con Lisa comiendo helado o escucharla hablar de cualquier tontería interesante que se le viniera a la cabeza.

  Lisa Hart, se estaba convirtiendo en el centro de mi universo y no podía hacer nada para evitarlo.