- No puedes irte, no ahora, te necesito aquí, conmigo, por favor.- suplico, con lágrimas en los ojos.
- Esto no es decisión mía, lo siento.- su mirada esta fija en el suelo, y noto como las lagrimas se acumulan en sus ojos, que aprieta, intentando no derramar las lágrimas, sin éxito.- Te quiero, y siempre te voy a querer. Esté en Madrid, China o México. Te lo he prometido, y sabes que cumplo mis promesas. Te quiero y punto, y no dejaré de hacerlo.
Asiento lentamente mientras siento como las lagrimas recorren mis mejillas con rapidez.- ¿Me puedes dar un beso más? Aunque sea el último.
- Nunca será el último, volveremos a estar juntos. El destino quiere vernos juntos, tarde o temprano nos volveremos a ver. ¿Está claro?
- Le miro a los ojos, esos ojos que tanto me gustan, y, aunque normalmente no le aguante la mirada, esta vez lo hago, porque sé que puede ser la última en mucho tiempo. Se acerca lentamente a mi hasta que nuestro labios se juntan, quién sabe si por última vez.