Ale esta confundida, se siente sola cada momento de su vida. ¿Su madre? No es la mejor madre del mundo, y no quiere aceptar que le duele la partida de su esposo ¿Su hermano? Sólo la fastidia, es menor que ella pero no soporta sus estúpidas bromas ¿...
Me levante de golpe, solté la mano de Alex, el corazón se me acelero.
-¿Ale, que pasa?- el se paró de golpe, empecé a caminar hacia los señores, pero se alejaban más, tenía que alcanzarlos de una manera u otra.
-HEY.!- grité lo mas fuerte que pude, los hombres se pararon en seco y voltearon hacia mi, se quedaron quietos y yo muda, Alex me alcanzo, me tomo el brazo.
.¿Ale que estas haciendo?- Me dijo entre dientes, pero estaba demasiado nerviosa como para responder, los hombres empezaron a acercarse, inseguros, pero no me importaba debía confirmar lo que había oído no podía ser cierto
-¿Que necesita señorita?- la voz del hombre me dio un pánico tremendo pero necesitaba preguntárselo quería confirmar que había escuchado mal, sí de hecho eso fue, escuche mal sólo debía comprobarlo, sólo eso..
-¿Q-qu-qué, nombre dijo?- tartamudeé mucho, las manos me sudaban, respire hondo.
-¿Humberto Robles?- el hombre me vio como bicho raro, sinceramente era lo que menos me importaba
-NO, no, e-el segundo..- sabía que lo había alucinado, repito sólo debía confirmarlo, no no podía ser
-¿Daniel García?- La vista se me nublo, hace tanto que no oía ese nombre, ¿hace cuanto? unos 3 años. Perdí el equilibrio, sudaba y mi corazón latía a mil por hora- ¿Señorita se siente bien?- no respondí necesitaba respirar, volver al mundo, en cualquier momento me podia desmayar, cerré los ojos y respiré hondo
-¿E-ellos que?- Así que si lo había oído , por fin, después de tanto tal vez, sólo tal vez el señor podía darme información, pequeños datos. Antes de que el señor pudiera responder, Alex me jalo el brazo, quedando así de frente
-¿Ale, que es lo que sucede? Ya basta, volvamos- apretó ligeramente la mandíbula, parecía nervioso o enojado no lo sé, me solté de su mano y me dirigí al señor, lanzándole una mirada de que hablara.
-Sus cadáveres fueron encontrados en este río, no sabemos con exactitud cuanto tiempo llevan ahí, a penas nos avisaron, venimos a confirmarlo. Los fallecidos son Daniel García y Humberto Robles, esa identificación nos dieron, señorita recuérdeme por que le estoy diciendo esto a usted- Las piernas me temblaron y sin darme cuenta en que momento, estaba en el piso, las lagrimas corrían por mis mejillas, no podía controlarme, me faltaba el aire, se me nublaba la vista, y sentía una presión contra el pecho demasiado fuerte.
Alex se hincó inmediatamente frente a mi, el señor siguió parado y se fue junto con el otro, supongo que pensaron que estaba loca, Alex me toco el hombro
-Ale, si me explicas yo..- empezó a decir, me pare y salí corriendo, sin fijarme, me tropecé con algo, caí y no me dieron ganas de levantarme, no podía parar de llorar y no quería hablar, quería estar sola, yo se que prometí no ser negativa y dejar que me apoyaran pero como se supone que uno debe sonreír y contarle todo a las personas cuando ni siquiera tu podías asimilarlo, ahora lo único quería era llegar a casa y tumbarme en la cama. MI mi padre.... Muerto, por mas que me hubiera hecho sentir tan mal todos estos años no podría desearle eso, ni siquiera pude despedirme, me quede llorando ahí en el piso. Me sentía demasiado débil para levantarme.
Alex llegó, corriendo y me ayudó a sentarme, tenía la cabeza agachada, me puse la sudadera, tenía demasiado frío, mi mundo se torno de blanco y negro, no quería pensar si quiera como su cuerpo había llegado al río. Alex se acercó más, pero yo lo aventé, porque no entendía que quería que me dejara en paz.
-Ale, por favor, solo quiero ayudarte- Pero no ayudaba en nada, sólo hacía sentirme peor. Luego me puse a pensar que sólo intentaba hacerme la fuerte, que me moría por un abrazo suyo, pero no quería demostrarle que lo necesitaba. ¿Por qué era tan arrogante y orgullosa? Me lancé a sus brazos, y empecé a llorar mas
-Alex- pronuncié su nombre entre sollozos, me abrazó, de verdad noté que su abrazo era sincero, aun no tenía la fuerza necesaria para decirle lo que ocurría
.Estoy aquí, Ale, estoy aquí, todo estará bien- Me hizo sentir un poco mejor, pero aun así el llanto no paraba, ¿Y ahora que? ¿Qué le diría a Fer? Sé que a el no le importaba pero de todas maneras, era nuestro padre ¿Habría un funeral? ¿Debía de ir a identificar el cuerpo? ¿Hace cuanto había muerto?¿Cómo se lo contaría a Alex, si ni si quiera yo podía aceptarlo? No podía creerlo aun . Tenía tantas preguntas
-MI.. mi..- no pude terminar la oración era demasiado fuerte para ser cierto, la única ventaja es que Alex estaba y estaría ahí siempre, estaba segura...
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