Salimos de aquella calle y nos dirijimos a los barrios residenciales, no conozco nada por alli, ni nadie. El tio para la moto.
-Va siendo hora de bajarse muñeca.- Me dice parando al lado de unos cubos de basura.- Me tengo que ir.
Lo miro asombrada. ¿Me va a dejar aqui tirada? ¿De que va? Si no puedo volver a casa ni llevo movil ni nada. Calculo que serán las dos de la mañana del domingo.
-¿Me vas a dejar aqui tirada?- Le digo sorprendida.
-Eh...esto...sí, eso mismo.- Dice haciendose el superior. Me bajo de la moto y le miro, le escupo en toda la cara.
-Eres un gilipollas.
El tio parece que frunce el ceño y yo le pego una patada a su preciosa moto. Él se baja y va a por mi, yo retrocedo muerta de miedo.
-¿QUE COÑO HACES NIÑATA?- Él me coge de la muñeca y me la retuerce haciendo que yo grite de dolor.
-SUELTALA, AHORA, MISMO.- Dice un hombre mayor, de unos cincuenta años. Alumbra al tio con una linterna, él va en bata y adormecido, supongo que será un propietario de alguna de estas casas. El tio que me tiene agarrada me suelta y se sube en su moto largandose sin dejar rastro. Yo me toco la muñeca dolorida y me acerco al hombre.
-Muchas gracias señor.- Digo dedicandole una débil sonrisa.
-De nada señorita, ¿estas bien?- Me dice mirandome la muñeca.
-Sí, muchas gracias de nuevo...Pero creo que no sé donde estoy y mi casa me pilla muy lejos de aquí.- Digo mirando a un lado y a otro.
-Bob cariño ¿llamo a la policia?- Grita una mujer que sale de una casa y llamando al hombre de la bata.
-No Maura, esta todo ya resuelto, pero creo que esta noche tenemos a una inquilina.- Dice sonriendome.
-Oh no, por favor, no hace falta, puedo llamar a un taxi, solo necesito un telefono...- Digo mirando al hombre con simpatía.
-Claro que no jovencita, tenemos una cama libre, nuestro hijo no está en casa y puede ocuparla.- Me dice el hombre andando hacia la casa.
- Muchas gracias.- Le repito a él y a su mujer.
- De nada mujer.- Dice la señora y me lleva dentro de la casa, es sencilla y tiene un dulce olor a hogar, me lleva hasta una habitación, es de un chico eso seguro. En un corcho hay muchos recortes de jugadores de futbol y de comidas. Sonrio, es la tipica habitación de chico.- Bueno jovencita, esa es la cama, si necesitas algo, llamanos, mañana por la mañana podrás llamar a un taxi.
La mujer me sonrie y sigo pensando que son demasiadas molestias.
-Muchisimas gracias señora...- Digo sonriendo timidamente.
-Llamamé Maura cielo.
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Un paso hacia adelante, dos hacía atrás. (Editando)
Teen Fiction¿Que haces cuando lo que te queda es oscuridad y miedo, miedo de mirar hacia atrás? Lucía solo recurre a mas oscuridad para volver su pasado algo más blanco.