Paradoja

Otro término

Fandom: Haikyuu

Disclaimer: Haikyuu no me pertenece sus derechos de propiedad intelectual pertenecen única y exclusivamente a su autor.

Notas del autor.

Sinceramente ni siquiera sé que es esto, ¿Un capricho? ¿Un aburrimiento? Lo escribí durante las clases de procesal, no tiene contenido homosexual y quizá el romance logré quedar en segundo término.

En fin. Gracias por prestar atención a estas pobres notas de lector.

Capitulo único

Término

Si existiera alguna palabra entre su vasto repertorio para describir al dúo estrambótico de Karasuno, Kei suponía que la más adecuada, la más acertada podría ser: Obsesivos.

Maniacos del voleibol.

Desde que los había visto atravesar el umbral del gimnasio se dio por enterado que ellos dos representaban todo lo que le llegaba a fastidiar hasta el entresijo y causaba una sensación bizarra que removía hasta el nervio más pequeño de su cuerpo.

Pasión e instinto.

Sin razón, sin elocuencia y carente de cualquier fundamento. Eso podían ser ellos.

Si tuviera que describir en una palabra al rey de la cancha podría ser: Molesto

Si tuviera que describir en una palabra al enano saltarín podría ser: Idiota

Hinata y sus onomatopeyas estúpidas carentes de coherencia. Kageyama y sus conclusiones que siempre culminaban girando en torno al deporte. Por más que escrutara o premeditara no podía clasificarlos.

Llegaban a ser diferentes.

Aunque ambos caían dentro de un enigma en la cabeza del chico de hebras doradas. No podía comprenderlos a ellos y su disparatada tendencia de entregarse al voleibol. La simple idea de ellos llegaba a turbarle el estómago del enojo y ansia. No podía desentrañarlos. Bueno, tampoco es que quisiera entenderlos, eso era demasiado esfuerzo que no planeaba desperdiciar en el dúo estrepitoso.

No comprendía como podían ser poderosos, volar tan alto cómo sus alas magulladas le permitían, pero fuera de la dimisión de deportiva esa prodigiosa fuerza se disipaba quedando en cenizas de lo que pudo ser un milagro absurdo.

Y esos pensamientos se justificaban en el cambio radical que tomaban ese par cuando el proceloso silbato da el inicio de un partido.

Esas cenizas secas se volvían un momento en que todas esas combinaciones abigarradas y sin lógica llegaban a mezclarse entre colores y se transfiguraban en unas esplendorosas alas negras. Mismas que se azotaban sobre la cancha con un uniforme sucio y unos tenis malbaratados.

Ese par estallaba en los partidos y las palabras quedaban atoradas en su garganta.

Quebraban la realidad

Descubrían lo imposible

Y se volvían una tóxica figura extraña

Aunque Kei aborrecía decirlo

Ellos eran otro término, un cúmulo de instintos primitivos que llegaban a llenarle de cólera las entrañas, pero en el fondo sabía que llegaban a sosegarlo.

Algo primitivo, burdo y brillante

Nuevo

Ellos representaban todo lo que Kei detestaba

Una paradoja exorbitante

Una paradoja que Kei admitía que era interesante.

Notas finales de la autora.

Si has llegado hasta aquí ...Te doy un enorme abrazo y un agradecimiento universal.