Beelzemom seguía con esa sensación horrible, era algo insoportable en su pecho, le hacia falta Misaki, jamás se había sentido así, nunca, tras horas y horas buscando a su ama se sentó en una roca mirando hacia el cielo, sacó una figurita de palma que había estado haciendo cuando Misaki se ocupaba en algo, era algo que no quería que ella mirase, ¿Pero porque? Eso no se sabia. Después de un pequeño descanso siguió buscando horas y horas hasta el próximo amanecer.
-Misaki.... Donde estarás? Porque me siento tan vacío... Es como si me hubieran arrebatado el corazón... -Decía con un tono quebrantado y vacío, su voz era débil, de verdad estaba preocupado, su cansancio no lo hizo detenerse, Misaki era alguien a quien necesitaba, pero ni un solo rastro de ella, caminaba hasta llegar a aquella mansión que el chico le había dicho a Misaki, no planeaba entrar, pero algo dentro de él le dijo que tenia que entrar ahí, así que procedió a entrar, era una enorme casa, con muchas escaleras, exploro el lugar sin éxito, cuando procedió a irse escucho voces, así que decidió esconderse fue cuando se dio cuenta que se trataba de Lilimon y su amo y la conversación de estos no le gusto en lo mas mínimo.
- ¿Así que planea tenerla ahí encerrada amo?
- Si, cumplirá mis deseos mas salvajes y sera mía, aunque no lo quiera.
- ¿Suya?
- Si... Mía, su cuerpo me pertenecerá.
- ... Sera como su esclava se...
- Si.
Beelzemon salio de su escondite atacandolos enfurecido.
- ¡Malditos Malnacidos! ¡¿Como se les ocurre hablar así de Misaki?!
Dijo ardiendo de furia mientras golpeaba al amo de Lilimon. Desde un cuarto Misaki escuchaba atada y amordazada, al escuchar la voz de Beelzemon comenzó a agitarse tratando de quitarse el trapo que tapaba su boca, al lograrlo grito con todas sus fuerzas.
- ¡¡¡BEELZEMON!!!
- ¿¿¡MISAKI!??
- ¡BELZEEMON!
Beelzemon sigio la voz de Misaki llegando a una puerta de metal cerrada con mucha seguridad, intento abrirla a golpes, intento de todo pero la puerta no cedía a abrir así que Beelzemon comenzó a frustrarse
- ABRE MALDICIÓN!
- Tu puedes Beelzemon ¡Sigue!
-Inspirado por Misaki Beelzemon se ergio y empuño su mano y grito- ¡GOLPE DEL REY BESTIA! -Logrando romper aquella puerta donde Misaki se encontraba- ¡Misaki!
- ¡Beelzemon!
-Corrió hacia ella abrazándola con fuerza- ¡Misaki, me alegra que estés bien! -la observo por unos segundos percatándose de sus prendas y sonrojándose al instante apartando la mirada-
-¿Que pasa? -dice Misaki inocentemente-
-N-nada! Es solo que... -se quita la chaqueta y se la da- salgamos de aquí...
Salieron de aquella mansión huyendo sabrá dios a donde, ¿Que pasara? ¿A donde irán?-¿Que les gustaría que pasara?-