La hora del cuento

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Tomelilla nos llamó para la hora del cuento a las doce en punto.
Se suponía que era Vi la tía de los recién nacidos, pero por costumbre decidimos hacerlo con mi bruja y a ninguna le importó.
Así que a la hora establecida, Deflor y yo nos dirigimos al invernadero.
-Buenas noches haditas
Estaba sentada en la mesita sirviéndose un té con pastas.
-¿Qué os ha parecido el día de hoy?
Deflor fue la primera en responder.
-Ha sido estupenmaravillotástico.
Pude ver la ilusión y la juventud en sus ojos.
Una mirada que nunca olvidaré.
-Me encantan los nuevos niños.
-Me alegro de que mis sobrinitos estén en buenas manos.
Deflor sonrió.
-¿Y Vi de cuánto está?
-Aún le faltan un par de semanas
-¿Y cuál será la niñera de cuál?
-Eso depende de vosotras, aunque podéis turnaros.
-Ee,..Tomelilla...que poderes heredarán, cada uno...
-Eso depende de la naturaleza.Aunque son gemelos, menos mal que se han llevado doce horas de diferencia como las niñas.
-Según las leyes, los dos heredarían los poderes de Vi.
Pero teniendo en cuenta lo que pasó con las gemelas, dudo mucho de los poderes que heredarán.
Miré el árbol genealógico de la familia de los senderos y el de la familia Periwinkle y no ví que hubiera ningún cruce con magos de la oscuridad.
-¿De qué habláis?
-Es una historia muy larga, hadita...¡Tengo una ideaingeniofabulosa!
Te podría prestar mi diario para que leas todos los detalles sobre mi vida en el valle.
Y también podrías escribir tú uno con tu propia experiencia.
Yo también podría escribir una segunda parte.
-O, Felí, esa es una gran idea.- Exclamó Tomelilla.
-Sii, me parece fenomenal.
La luz de la hadita resplandecía con mayor intensidad.
Se la notaba emocionada.
De pronto, me acordé de un pequeño detalle.
-Tomelilla... ¿Shirley Poppy?... Y...¿ Tomy Corbirock?...¿Qué pasó con ellos?
-Pues renunció al infinito poder para estar con él, aunque es un mágico, ya que quería ver crecer a su hijo.
Encontró al final la manera de hacerlo y de hecho, me pidió consejo.
Su hijo se llama Oliver.
Su hijo nació hace unas semanas, y creemos que él es el que posee el infinito poder ahora.
Suspiré aliviada.
-Pero entonces su madre ¿por qué no hizo eso antes?
-Ella no supo lo que tenía que hacer hasta que ya fue demasiado tarde.
Suspiré, esta vez de pena.
Después recordé algo.
-Por cierto, vimos antes a Flox con su hijo y con Acantos. ¿Acabaron juntos?
-Sí, el niño tiene ya cinco añitos, es un niño precioso.
-Me recuerda algo a Pajarito, el pequeño Robin.
-La verdad es que sí, además tiene tantas pecas como él.
Además esperan otro niño.
-Oh, qué alegría, me tengo que acordar de felicitarles.
-Sí, que no se te olvide, además viene Pífano el próximo día.
-¡Maravilloso!, eso es estupendo, por lo menos habrá una hadita conocida.
-También vendrá Pic, a cuidar de los hijos de los Corbirock.
-¡Por el amor de Dios, eso son muchos niños! Va a necesitar toda la ayuda posible...
Pasamos mucho tiempo hablando con mi bruja sobre la actual Fairy Oak.
Nunca sabría decir cuánto.
Cuando llegó la hora, todos nos fuimos a dormir.
Según me contó, las gemelas vivían ahora en casas diferentes la una de la otra, pero estaban justo al lado.
Hoy se quedaban como excepción, por el nacimiento de los gemelos, pero al día siguiente Vi y Grisam volverían a sus casas y Babú y Jim, se quedarían hasta que ésta estuviera en condiciones de salir.
Así que las dos subimos al antiguo cuarto de las niñas, donde se encontraban los gemelos.
Estaba tal y como yo lo recordaba.
Las camas de las niñas, el armario al fondo,la mesita, la silla donde dejaba Vi su ropa, la estantería de libros...y el tarro de mermelada.
Aunque ahora había un nuevo tarro justo al lado, que desprendía un agradable olor a moras.
Un pedazo de bizcocho hacía de cama a cada una.
Cuando me metí en el mío, una marejada de recuerdos me vino a la mente.
Los primeros pasos de Babú, Vi dando de comer a su antigua araña Regina, Vainilla leyendo el libro antiguo con Pampuria en los brazos cuando Pervinca desapareció...Y ella encerrándome en el tarro.
Me tumbé en el bizcocho no sin antes besar en la frente a los gemelos.
Mientras que Violet sonreía con los ojos dormidos, Alhelí, en cambio, abrió uno para ver lo que ocurría y se volvió a quedar dormido.
Cerré los ojos y me quedé dormida pensando en mis seres queridos.

*Fairy Oak, Un Nuevo Comienzo*©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora