- Tía por favor para- pedía entre risas
A cambio solo sentía un par de manos deslizarse por mis costado y estomago dándome “cosquillas” las lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos, mientras mi cuerpo se retorcía en la cama.
- Tía… por favor- volví a pedir entre jadeos
Ella rio mientras alejaba sus manos de mi cuerpo, me tomo unos segundos calmar mi respiración, mientras espasmos me sacudían y la risa iba desapareciendo.
Extendí mis brazos en la cama y sentí la mano de mi tía acariciar mi cabello mientras sonreía.
- Te voy a extrañar… y mucho- me informo
- Yo también- dije sonriendo de costado- mejor sigamos
Ella asintió con la cabeza mientras colocaba una de las maletas sobre la cama y yo me incorporaba introduciendo la ropa en esta, mi tía me sonrió con ternura yo me encogí de hombros mientras intentaba copiar su sonrisa.
- ¿Cómo me veo?- pregunto mi prima Oli entrando al cuarto
Dirigí mi atención hacia ella, llevaba un pantalón ajustado de color morado con una camisa holgada de color blanca mangas cortas y una chaqueta de cuero la cubría, su cabello iba suelto y esa sonrisa tímida estaba en su rostro.
- ¿vas a ver a Niall o vas a una cita?- cuestione divertida- porque recuerdo que fuiste tu la que dijiste “no es una cita”
- ¡María! ¿no puedes solo decirme como me veo y ya?- cuestiono sonrojada, mi tía rio
- Te ves guapisima Oli- dije finalmente yo
Ella me sonrió complacida mientras se colocaba unas zapatillas de tacón, reí, puesto que a ella le encantaba sentirse alta.
- No te rías, no todos tenemos tu perfecta altura- me reprocho Oli
Yo solo hice una seña con mi mano mientras continuaba con mi tía guardando la ropa, el timbre sonó y Oli se sobresalto.
- Ya llego Niall, prometo llegar temprano, las quiero- dijo saliendo rápidamente
Mi tía y yo sonreímos mientras continuábamos, lo cierto es que sin contar el día de hoy, solo faltaban dos días para irme, y creí que seria mejor empacar para poder disfrutar lo que me quedaba en Londres, la maleta había llegado a su limite y suspire mientras la cerraba.
- Sabes que puedes venir cuando quieras, esta también es tu casa- comento tía Camile dándome un abrazo
- Lo se Tía, se siente como en casa- respondí sonriendo
Mi móvil sonó indicándome un mensaje entrante:
<< ¿Salimos?>>
Sonreí mientras respondía:
<< No puedo, empaco, maletas, ocupada, lo siento>>
<< , esta bien>>
Reí mientras me acostaba sobre la cama con las manos bajo mi cabeza, Mi tía me observo enarcando una de sus cejas.
- ¿Qué?- pregunte riendo- me tomo un descanso
- Pero si solo llevas una maleta hecha
- Me gusta tomarme las cosas con calma
- Deberías llamar a Brenda, ayer llamo un par de veces y olvidarte devolverle las llamadas- me informo tendiéndome mi móvil
Lo tome con una pequeña sonrisa, no era que lo hubiera olvidado, era que no quería hablar con ella.
- La llamare ahora mismo- informe
Mi tía sonrió mientras salía de la habitación, dándome un poco de privacidad, marque los números mientras esperaba que la llamada cayera, en cierta forma ahora caía en cuenta, que a pesar de todo, extrañaba mucho a mama, extrañaba verla aunque sea solo cinco minutos, llevaba tres meses sin verla.
- ¿María?- pregunto aquella voz tan conocida
- Aja- fue lo único que pude decir
Escuche un suspiro a la vez que escuchaba el sonido de sus tacones golpear el suelo.
- Cariño, lo siento, tu padre me ha llamado y me ha dicho todo sobre el cambio de vuelo, se que estas molesta, y que tal vez no quieras hablar con nosotros, se que has hecho en Londres las amistades que en 16 años no habías hecho aquí, como también se que todo esto te esta lastimando, pero te echamos de menos, ya es hora de volver- se callo por un momento, mordí mi labio inferior- se que piensas que no soy una buena madre, y que no soy la madre que tu deseabas, que cometo errores y no te he dado tiempo, pero prometo que esta vez no será así, María lo ultimo que yo quisiera es lastimarte, pero tampoco quiero alejarte de mi, no puedo simplemente dejarte en Londres, y fingir que no tenerte cerca, no me lastima.
Y entonces toda aquella muralla se derrumbo y comencé a derramar lagrimas, mientras débiles sollozos escapaban de mi garganta, escuche como el timbre del apartamento sonaba, supuse que mi tía abriría la puerta.
- Cariño no llores, me harás llorar a mi- escuche su voz débil
Eran esas palabras las que yo había estado esperar hace mucho tiempo, saber que les importaba, en cierta forma un sentimiento de añoranza comenzó a acumularse en mi pecho, a la habitación entro Harry quien me vio confundido, le hice señas de que se sentara en la cama.
- Mama, tranquila, estaré en casa, lo prometo- le informe- ahí estaré, disculpa mi actitud, es solo que en aquí, en Londres hay personas muy importantes y especiales para mi- vi a Harry- pero es hora de volver a casa, lo entiendo
En realidad era poco lo que entendía, pero ya era hora de aceptar los hechos y aferrarse a la realidad.
- Creo que será mejor que todo esto lo hablemos cuando vuelvas
- Me parece una excelente idea, ahora debo colgar- informe
- Cuídate, te amo hija
- Es bueno saberlo, yo te amo a ti mama- dije sonriendo
Colgué el teléfono y me dirigí a Harry, bese su nariz haciéndolo reír mientras me cruzaba de brazos frente a él.
- ¿Qué haces aquí?- cuestione limpiando con el dorso de mi mano el rastro de lagrimas
- Como dijiste que estabas empacando, pensé que quizás necesitarías ayuda, claro que si quieres me voy- dijo poniéndose de pie
Lo tome del brazo haciéndolo dar vuelta enrosque mis brazos alrededor de su cuello mientras guiaba mis labios hacia los suyos en un pequeño beso.
- Me encantaría que me ayudaras…solo
- ¿solo?- me pregunto él
- Solo si no ves mi ropa interior- pedí un tanto sonrojada
Él soltó una carcajada de lo mas divertida que me hizo reír a mi también, luego me beso suavemente.
- Pero si ya he visto tu ropa interior puesta en ti, inclusive ya te he visto desnuda- dijo con picardía
- ¡Harry!
- ¿Qué?- pregunto divertido de avergonzarme
- ¿me ayudaras si o no?- cuestione besando sus labios
- Si, pero veré tu ropa interior- dijo riendo, le di un pequeño empujón- ya sabes que bromeo, empecemos a empacar esa ropa
Entre risas, abrazos y unos cuantos besos comenzamos a empacar; justo ahora me encontraba inmovilizada por sus brazos envueltos en mí mientras sus labios buscaban a tienta los míos.
- María...- decía él riendo
- No, Harry
- María- repitió- dale un beso a este pobre chico
Reí mientras lo miraba, el sonido de su risa era encantador por lo que me hacia sonreír, mis ojos se cruzaron con los suyos, con esos obres de color verdes que se tornaban a gris con pequeñas grietas azulejas asemejando a unos ojos totalmente únicos que no encontraría en ningún otro lugar.
No moví mi cara y deje que mis labios se envolvieran con los suyos, con caricias suaves movimos nuestros labios, mientras nuestras lenguas compartían pequeños roces, mis labios atraparon su labio inferior pasando sutilmente mi lengua sobre este, para luego succionarlo y continuar acariciándolo, nos separamos con lentitud.
- Bien, ya te di tu beso, ahora continuemos empacando- pedí, él sonrió y asintió con la cabeza
Esa seria la ultima maleta y entre una conversación comenzamos a introducir mis pertenencias en ella, por la puerta apareció tía Camile.
- ¿Cómo va eso?- pregunto dejando dos vasos de jugos junto a unas galletas
- De maravilla- respondí bebiendo del jugo
- ¿hablaste con Brenda?- pregunto
- ¿Brenda?- cuestiono Harry confundido
- Es el nombre de mi madre- le respondí- y si Tía, hable con ella, parece algo ansiosa porque regrese- sonreí un poco
- No es para menos, tres meses sin verte debe de ser duro para ella
- Supongo- indique encogiéndome de hombros
- Bueno, sigan empacando, estaré en el salon- anuncio mi tía saliendo de la habitación
A los pocos minutos tuvimos la última maleta lista, que consistía en accesorios y unas cuantas cosas que había comprado, Harry sostuvo algo entre sus manos con una sonrisa.
- ¿te llevaras esto?- cuestiono con una sonrisa ladeada que me hiso suspirar
Entrecerré mis ojos mientras me acercaba a lo que sostenía entre sus manos, sonreí mientras tomaba aquel fino papel y lo veía, cada una de las letras de ellos, junto a la firma de Zayn estaba aquel corazón que casi me hacia desmayar, y junto a la de Louis estaba la zanahoria, ¿me creerán si les digo que como recuerdo guarde el caramelo que Louis me dio?, si, ese caramelo “para endulzarme la vida” nunca quise comerlo, porque quise guardarlo como el recuerdo de algo muy bonito.
- Por supuesto que eso me lo llevo- dije tomando un cofre en donde se encontraba el caramelo y otra pertenecías, deposite el volante ahí- podría quedarse cualquiera de mis maletas, pero este volante jamás
- Nunca podría olvidar ese día, parecías tan nerviosa, tímida y… torpe- dijo riendo- además de que tienes unos rasgos preciosos que no son muy comunes, tampoco olvido que mentiste con lo de Alex
Yo reí al recordarlo, desee poder tener contacto con Alex, puesto que la extrañaba.
- Nunca olvides ese día- pedí- porque yo no lo haré
- Me seria imposible olvidarlo- dijo abrazándome fuertemente- cambiaste mi vida
- Tu cambiaste la mía- susurre abrazándolo fuertemente mientras cerraba mis ojos