Capitulo uno

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El ambiente en la habitación se encuentra tranquilo y ningún tipo de ruido se escucha a mi alrededor, los colores tenues de los diferentes tipos de luces que tengo para iluminar el lugar casi ni se notan.

Observo los libros sobre mi escritorio de estudio y no me decido entre leer ahora o dejar la actividad para después, de igual manera los próximos días no tengo clases.

Observo como Joanne entra en mi habitación con algunas prendas de ropa que había lavado recientemente. Como era costumbre ella me dobla la ropa y la deja sobre la cama para que yo la acomode en el closet después.

Ha pasado una semana exactamente desde que comencé el colegio, la semana no fue tan mala si tomo en cuenta que sólo vi tres días de clases.

Aburrido, decido que ya es hora de revisar los libros que había conseguido en la biblioteca esos días. Me dispongo a buscar la página que recuerdo había marcado en días anteriores, cuando mi mamá entra nuevamente a mi habitación.

—Te tengo buenas noticias Louis.— Dijo Joanne con una gran sonrisa, mi mamá es hermosa. Me siento bendecido por tenerla conmigo, su amor incondicional me hace fuerte y recuerda que no estoy sólo.

—¿Qué pasó má?— Respondí cerrando los libros y concentrando mi atención en ella.

—Tu papá quiere pasar tiempo contigo.— Comentó con cautela. Sabe muy bien que la relación con mi papá no es la mejor, pero siempre intenta que pasemos tiempo juntos. —Antes de que me digas cualquier cosa, esta vez no le insistí yo, el solito me llamó.—

¿De cuando acá Mark quiere pasar tiempo conmigo?

— Y eso, ¿Con qué finalidad?— Intenté de sonar seguro y tranquilo, pero estoy seguro de que mi tono de voz refleja total desconcierto.

Mi mamá comienza a reír negando con su cabeza e intento adivinar qué es tan gracioso. —¿Qué es tan gracioso mamá?— Suelto un quejido.

—¡Tú cara! Louis, es tu papá. Es normal que quiera pasar tiempo contigo. Lo más probable es que quiera recuperar el tiempo perdido, relájate.—

—¿Normal? Mamá, sabes muy bien que nunca ha demostrado algún tipo de interés hacia mi. Porque te recuerdo que ni dinero te enviaba para que cubrieras mis gastos. ¿Por qué ahora? — Digo frustrado, paso las manos por mi rostro y suelto un suspiro.

—Si cariño, eso no se me olvida. Pero las personas cambian y todos merecemos una segunda oportunidad.— Me rodea con uno de sus brazos y deposita un beso sobre mi cabeza.

Sigo sin entender como mi mamá le tiene tanta paciencia a ese hombre. Él la abandonó cuando yo tenía apenas dos meses de nacido, ¡Dos meses! Regresó cuando cumplí los doce años de edad, y ahora pretende ser el padre ideal.

—No sé mamá, además el tiene una nueva familia, su esposa, su hijastro. Y en estos momentos dudo mucho encajar con ellos. ¡Y sin mencionar el tipo de gente con quiénes trabaja!— Digo horrorizado y preocupado.

—Inténtalo, si no te sientes a gusto sólo tienes que llamar a mi teléfono y yo vuelo hasta donde estés.— Su tono maternal y tranquilo, hace que mis músculos se relajen y apoye mi cabeza en uno de sus hombros. —Y Louis, yo conocí a Harry y es un chico normal, algunos tatuajes por aquí, otros por allá, pero es un chico muy educado. Ahora, la nueva esposa aún no la conozco, pero no creo que sea una mala mujer.—

—No entiendo como puedes hablar tan tranquila del tema, pero allá tú.— Digo negando con mi cabeza. —Tatuajes mamá, ¡Tatuajes! Y cigarrillo, alcohol y seguro hasta drogas. No quiero.— Dibujo un puchero en mi rostro.

—¡Bendito drama me estás armando Louis William! A ti no te tiene que importar si ellos se drogan o alcoholizan, además los tatuajes no son sinónimo de mala persona. Te tienes que dar la oportunidad de conocer a la familia de tu papá. No te quiero obligar a nada, nunca lo he hecho. Pero colabora conmigo por favor. —

ángel [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora