El viento

17 3 0
                                    

Se como ocurrió. Lo recuerdo como si fuera ayer, con cada horrible detalle.
Desperté. Y no por el sol de la mañana ni por las sacudidas de mi amiga. Sino por el espantoso escalofrío que recorrió mi espalda. El viento.
Era raro, nunca me levantaba así: Siempre venia mi amiga, Lily, me cerraba la ventana, que yo por las noches abría quejándome del calor en pleno verano, al igual que toda mi familia, y me levantaba a los empujones, gritándome que íbamos a llegar tarde al trabajo, lo cual siempre era cierto. Me senté en mi cama y observe el reloj: 8:15. Quince minutos tarde.
A toda velocidad, me cambié y me arregle un poco pensando en el golpe de frío que me dio el viento esa mañana y en el porque Lily no vino a despertarme, tal vez se había quedado dormida. Salí con el bolso colgando, la camisa de ¨Walmart¨ toda arrugada y las dudas que revoloteaban en mi cabeza acerca del día anterior: No recordaba nada. Ni a mi amiga levantándome o a mi refunfuñando porque no quería ir al trabajo.
Una vez sentada en el asiento individual del colectivo, acomodé todo, me apoyé en la ventana y me metí en mis pensamientos ignorando el mundo exterior: No tenia noción de ningún acontecimiento del día anterior. Era como si alguien o algo me hubieran quitado, sin pedir permiso, un día de mi vida.
Al bajar del colectivo detrás de una señora con cara de recién levantada me preguntaba si yo tendría la el mismo horrible aspecto de "odio mi vida" lo que no era para nada cierto.
Llegue al trabajo y abrí los ojos como platos cuando leí el letrero que estaba pegado en la puerta: "Cerrado por duelo" Quedé inmóvil, incapaz de moverme de ahí, llena de preguntas sin respuestas pensando que habría pasado. Más precisamente quien había muerto...
Caminé sin rumbo fijo por las calles desiertas a las 8:30 de la mañana con un viento que me empujaba y, de alguna forma, me alentaba a seguir caminando. Luego de unos minutos se volvió seco, sin esa brisa que acariciaba mi nuca y que tanto me gustaba. Se convirtió en un soplido forzado, frío, violento.
Le presté tanta atención al escalofriante viento que recorría mi espalda que no me dí cuenta que tenía a mí alrededor: Nada, simplemente un espacio negro en donde solo un silbido al oído me acompañaba. No me detuve. Seguí caminando esperando encontrar algo y así fue: Unos pasos mas y divise una tumba a lo lejos.
Me acerque y todo a mí alrededor se volvió, nuevamente, normal: Un cementerio en donde había gente muerta. Lo que no me esperaba era que uno de esos muertos sea yo. Frente a mis ojos se encontraba una tumba con mi nombre grabado, al igual que la fecha de mi muerte: 30-06-2000. Ayer. Eso había sido el día anterior pero seguía sin recordar como había ocurrido.
No he muerto. Aunque mi cuerpo no esté, siempre mi presencia se hará sentir. Nadie muere. Nunca. Solo es que el viento se los lleva un poco antes...

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 22, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

El vientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora