¿Desde cuándo una fiesta tiene que ser tan sumamente espectacular como aquella? Mira que he ido a fiestas a lo largo de mi vida, que me he emborrachado, que he bailado y que he dejado que las horas se me pasaran volando hasta acabar en casa a las cinco de la mañana; pero aquella... La fiesta de a noche era lo mejor que he podido pisar en la vida. No necesito emborracharme porque la gente no es tan sumamente aburrida como para quedarse sentados con los móviles (mis antiguos amigos sí eran así).
Yo solo digo que la tecnología está haciendo unos grandes estragos en la sociedad.
A veces pienso que yo debía haber nacido en otra época. En esa en la que existía el amor verdadero, que luchabas por esa persona, la cual lo era todo para ti. Esa época en la que corrías riesgos, en la que desafiabas a la ley, en la que podías sentir la adrenalina. Esa época dónde el mundo se vivía brutalmente, se sentía todo, y cada cosa que hacías era algo que te provocaba viveza.
Ahora no. Ahora la tecnología observe nuestro tiempo. Ya no amamos igual, ya no sonreímos igual, ya no sentimos igual. Las personas de antes sentían de tal manera que incluso podrían morir de ello, nosotros como mucho moriremos de sobrepeso al estar siempre frente al televisor.
Me gustan los proyectos que hacemos en psicología. Pasamos unas semanas sin coger el móvil ni el ordenador ni ningún artefacto tecnológico. Creo que eso es lo que necesitamos todos de vez en cuando. Aprendes a alejarte de la nueva sociedad, de la presión ajena, de la recarga del ambiente; y empiezas a convivir con la soledad. Todos la ponen como un enemigo, como si esa soledad pudiese destruirte, sin embargo, puede ayudarte a encontrarte a ti mismo. Las persones huyen de ella y quizás, lo que deberían hacer es afrontarla y tener unas cuantas de reuniones con ella una vez cada mes. No viene mal estar solo de vez en cuando, eso te ayuda a saber lo que quieres, lo que vas a decidir, lo que anhelas y por donde quieres continuar.
Ahora las personas viven en monotonía, todas se visten iguales, nadie destaca. Las profesiones deben ser siempre iguales y pocas personas consiguen destacar. El mundo, si lo vemos de una forma objetiva, se ha teñido de gris. Todos van en una dirección que ni ellos saben cuál es.
Una mañana te levantas con resaca y te da por irte a pasear. Véase a mí. Y observar a la gente. Ves como todos andan iguales, como sus cabezas están agachadas o como van sumidos en sus teléfonos móviles. Pasas por los bares y pocas personas se encuentran hablando de algo y, la mayoría de las veces, enseñan y debaten algo del teléfono.
Nadie se pregunta si es esa la sociedad en la que queremos vivir. Nadie lucha para cambiar las cosas. ¿Por qué debemos ser tan extremistas? Yo no digo que abandonemos los avances. Claro que debemos avanzar, no podemos estancarnos en una parte de la historia, pero ¿merece la pena perder nuestra esencia? Podemos avanzar en la ciencia y curar enfermedades, pero no demos de lado lo que significa la palabra vivir. Ese verbo existe para ser utilizado, ¿lo estamos aprovechando?
Si tú buscas en Google su significado, te sale que es una acción de estar vivo. ¿Y qué es estar vivo? Todos sabemos su significado, como la anterior palabra. Es que un ser vivo tiene vida, que no ha dejado de existir. Ateniéndonos a eso, podemos considerar que todo ser vivo que exhale e inhale está viviendo, pero ¿es eso cierto? ¿Qué es vivir realmente? No sirve de nada que en tu cuerpo entre oxígeno y salga dióxido si no estás disfrutando de la vida que estás manejando. ¿Para qué quieres estar vivo si te estás muriendo ante tus ojos? ¿Tienes motivaciones? ¿Tienes ganas de hacer cosas diferentes? Todos contestan que sí, pero ¿quiénes son los valientes que luego lo llevan a cabo? Porque claro, es mucho más fácil mantenernos en lo que conocemos. Es mucho más fácil seguir haciendo lo que ya conoces, lo que ya sabes que te viene bien, quizás no te satisface por completo pero al menos no corres peligro de una nueva cicatriz.
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Creo que me he enamorado... (Terminada).
Подростковая литература¿Os acordáis de mí? Sí, sí, soy James. Ese que era el mejor amigo de Ana y que a su vez también amigo de Álex. Ese que se enamoró de ella como un loco. Ese que siempre estaba a su lado en sus peores momentos. Ese que consiguió conquistar su corazón...