Capítulo 2:''El contrato''

63 5 2
                                    

''Cada palabra que me dices, cada sonrisa que me dedicas y cada momento que paso contigo se convierten en una dulce serendipia.''

Yatoki y yo luego de aquella noche comenzamos a llevarnos muy bien, el regularmente comenzó a visitarme cada mes y después de meses y meses, decidimos vivir juntos, en ese momento las clases habían concluido, y anteriormente había conocido a Yatoki a principio de año, entonces había pasado un año para tomar la decisión.

Mi convivencia con Yatoki ya había durado todas mis vacaciones, pero cada vez que lo conozco mas, siento que mas me endulza, nos llevamos muy  bien realmente y ahora que vivimos juntos nuestra relación se ha vuelto mucho más íntima, reímos juntos, salimos juntos, comemos juntos, nunca habria pensando que podía llevarme tan bien con alguien. Y el es caballeroso y amable además, es todo un príncipe. Siempre me acompaño a "limpiar" cada noche desde que nos conocimos, según el era una forma de disculparse por lo sucedido y además el decía que le gustaba hacer este favor por la humanidad. Yatoki siempre durmió en una habitación de huéspedes que hay en la casa, la cual no usaba, entonces el la tomó.

Los días siguieron pasando con tranquilidad, y sin darme cuenta ya estaba a tres días de empezar la escuela de nuevo.

Finalmente el día había llegado, cuarto año de secundaria, tendría que empezar otro año más, con todas la mismas cosas del año anterior. Y para empezar con una de ellas, el horario, me desperté a las 7 am, y siguiendo la rutina, me puse mi uniforme, (camisa blanca, moño de listón rojo, falda azul de tablas pequeñas hasta las rodillas, medias 3/4 negras y zapatos mocasines marrones), y luego baje a desayunar, luego salí en camino hacia mi escuela.

Llegue a las 7:15 am a mi escuela,subí hasta mi salón y me senté en mi asiento a escuchar música, aún era muy temprano mis compañeros llegarían a eso de las 7: 40 más o menos, entonces tuve tiempo de estar a solas disfrutando del silencio.

El tiempo paso y poco a poco comenzaron a llegar estudiantes a sus respectivos salones con las esperanzas de encontrarse con sus amigos pronto, algunos incluso lloraban al reencontrarse. La escuela completa estaba plagada de insoportable sonido, que me impedía estar concentrada en la música. Pronto un amigo,Takano Hatarashi, el único amigo que tenía en el salón y el único que me dirigía la palabra, me saludo con mucho entusiasmo, dandome una palmada en la espalda.

-¡Buenos días Natsu!, ¿Que tal el ruido?-dijo Takano sonriente-.
-Buenos días Takano, el ruido esta genial, me deja pensar muy tranquila -dije con sarcasmo-.
-Jajajajja, ¿Y que tal el trabajo? -dijo Takano acomodándose en su asiento delante mío-.
-Pues muy bie-

En ese momento fui interrumpida por la entrada del profesor, la clase se trato de lo de siempre, el profesor se presenta, habla sobre el programa y conoce los nombres de los estudiantes, como era cada año, nada especial.

Tal como Takano menciono, ''mi trabajo'', que en realidad ni existe, es salir a cazar demonios, lo tuve que inventar para que mis compañeros no me molestaran.

*Narra Yatoki*

Me desperté, y Natsu había salido para asistir a clases. Baje a desayunar y mientras comía, algo que no quería recordar volvió a mis pensamientos, es algo que estuvo en mi cabeza desde que la conocí y que cada vez se vuelve más cierto. Yo soy un ángel caído, y muchos demonios me buscan por eso, los ángeles caídos tenemos mala fama en el mundo de las cuatro razas, porque somos ángeles que cayeron del cielo (como nuestro nombre lo dice), y porque también para los demonios, somos la clase más baja que hay. Ellos suelen buscarnos para aniquilarnos, y si eso pasa, es posible que usen a Natsu para que los enfrente y que ella salga lastimada, algo que nunca me perdonaría, pero por otro lado ella debe ser buscada también. Que le hagan daño por mi culpa sería algo que no me perdonaría, pero peor sería si yo no estuviera ahí para protegerla. Entonces seguiré a su lado, acompañandola y apoyándola en lo que sea, hasta el fin de los días.

El canto de los ángelesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora