El viento mese suavemente mis cabellos que caían en mi rostro pero lo único que siento es la paz y tranquilidad que algún día anhele y que ahora tengo.
A lo lejos escucho los lamentos de una mujer desdichada siendo consolada por un hombre destrozado, los años en ellos se ven visibles al igual que el sufrimiento.
Las personas alrededor los miran con Pena y lastima, y otros parecen ausente a este mundo viendo como bajan lentamente el aposento del difunto todos van vestidos de colores opacos como la vida misma que ellos retienen y no tienen el poder de acabar con ella.
El padre da las condolencias, la mujer se lamenta aún más y se arrepiente de de muchas cosas por no haber evitado este hecho, el hombre no lo soporta y se va, seguramente a ahogarse en alcohol como siempre.
Todos y cada uno de ellos ven a la mujer sollozante y le dan el pésame, el lugar se queda vacía en pocos minutos.
Los únicos visibles son la mujer y un joven apartado del mundo y negando la realidad que ahora lo rodea sin contenerse.
Han terminado de sepultar a la difunta y ponen unas cuantas flores hermosas que con el tiempo se marchitaran, perdiendo toda hermosura que ahora aguardan.
La mujer se arrodilla ante la lápida de su hija y le pide perdón por no haber estado cuando ella más lo necesito.
Me acerco a la mujer y quedo frente a ella, paso mi mano por su mejilla como una caricia que espero que perciba.
La mujer tiembla levemente, eso me reconforta, deja de llora poco a poco y empieza a balbucear.
-Perdóname... fue mi culpa... perdóname hija... por favor perdóname... -Escucho esas palabras después de tanto bullicio y problemas de ella misma.
Sonrió entre feliz y destrozada de esas palabras. Me acerco un poco más a ella y le susurró al oído.
-No hay nada que perdonar madre, recuerda que siempre te querré.- Sé que la mujer ha escuchado, y un alivio inimaginable se instala en mi pecho- Adiós Madre.
La mujer sonríe y se va con dolor y alivio al mismo tiempo, a lo lejos su silueta se vuelve borrosa, hasta desaparecer por completo.
Me doy vuelta y me enfrento al chico oculto, tal parece que tiene esquizofrenia y tiene una sonrisa afligida en su rostro y sus manos en sus bolsillos, viendo a la lápida con mi nombre y de nuevo a mí.
-Así que lo hiciste- Da un resoplido al viento – Te suicidaste.
-si.-Se lo digo, porque es el unico que me puede escuchar, que siempre me escucho y que me escuchará – y sabes, ahora me siento libre.
Sonrió y veo al cielo las nubes empiezan a dispersarse y dan paso a un cielo azul hermoso, dejando atrás la oscuridad que la apresaba al igual que mi alma.
-Te extrañare- Se acerca a mí, paso a paso decaído.-Pero nos volveremos a ver, eso corre por mi cuenta.- Toma mi mano y le da un sutil beso que hace que tiemble y lo mire a los ojos.-Adiós, Eres otro ángel caído que se liberó.
Camina hasta desaparecer de mi vista, veo el horizonte y una luz resplandeciente aparece ante ella, el sol se empieza a esconder. Respiro profundamente y desvanezco hacia la libertad que siempre desee y que ahora tengo y tendré siempre.
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Gracias por leer y si les gusta pueden darle a la "Estrellita" este one shot tiene una dedicación especial para aquella persona que me enseñó lo que vale la vida y todo lo que da una persona por otra, donde quieras que estés sé que nos estás esperando y cuidando a cada uno.Por otro lado les quería decir que empezamos un nuevo proyecto y muy pronto lo subiremos es muy especial para todos los que trabajamos en ello.
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Ángel Caído
Short StoryEscúchame, entiéndeme y después júzgame -¡¡Solo quiero ser escuchada, Maldición solo eso!!-Gritó al vacío. Y se fue... A ser feliz y libre.