Capítulo único

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JaeJoong se encontraba atento al reloj que estaba en la muralla de su universidad. Prácticamente su mirada estaba pegada a ese aparato y el no se daba cuenta. El profesor aún explicaba algo que a él no le interesaba aprender y lejos de sentirse mal por eso, solo quería que el final de la clase llegara pronto.

Con su pie comenzó a patear levemente la silla que tenía al frente produciendo un ruido bastante molesto para el resto, pero joder, él estaba nervioso y no le importaba mucho lo que le dijeran o en su caso, reclamaran.

Cuando la clase terminó al fin, tomó su mochila y metió sus cuadernos de forma desordenada antes de correr a la puerta para evitar demoras. Fue al casino de su facultad y compró dos cafés mientras se mordía el labio al ver que el joven se demoraba mucho. Cuando los recibió casi se quemó pero rápidamente lo dejó en la mesita y tomó una servilleta para enrollarlo en el.

A pasos rápido se dirigió a la plaza que habían acordado, y buscando con tranquilidad un lugar en donde sentarse, camino una cuadra. El pasto se veía mojado y no era muy importante pero su ropa era algo que cuidaba. Al final optó por un lugar apartado y no se arrepintió porque era lo mejor.

Acomodo su mochila a un lado y a los cafés arriba de ella para que no se ensuciaran. Miró su celular y la hora se acercaba, estaba nervioso y apenas había llegado a tiempo. Por mientras empezó a practicar en como decir aquellas palabras que tanto temía que lo alejaran de su lado.

—No puedo— Suspiró antes de acostarse en el pasto, rindiéndose. Alegando que lo mejor seria relajarse e inhalar el oxígeno que ese parque lleno de árboles le brindaba. Cerró los ojos y escuchó como algunos pájaros cantaban y se callaban para volver a empezar. Lindo, estaba volviendo la paz a su cuerpo. Por fin sentía que su estrés estaba desapareciendo, no más tareas, trabajos o cosas por el estilo. Al rato abrió los ojos y vio como el sol alumbraba tímidamente tras unas gruesas nubes.

—Hola— Un joven moreno apareció, tapando los dulces rayos de sol que caían en él. El hombre se agachó y le dio un beso casto antes de ayudarle a sentarse. Ganándose tras él, aprovechando de dejar a JaeJoong entre sus piernas.

Jae sonrió y recostó su cabeza en el pecho de su novio.

—Lamento la demora Boo— Yunho se disculpó mientras le daba besitos en el cuello y le acariciaba con su nariz el agradable cabello que JaeJoong lavaba fielmente todos los días.

—Solo abrázame y te perdono todo— JaeJoong lo miró un momento antes de ofrecerle el café —Siento que este un poco frío.

—Es mi culpa Jae, yo fui el que se demoró— Yunho tomó un sorbo antes de dejarlo a su lado, ladeando un poco la cabeza para que JaeJoong lo viera. Este entendió y se acercó mientras sonreía, dándole un casto beso para rápidamente retirarse y tomar otro sorbo de café.

Yunho lo miro de mala manera, gruño y se trago el café que quería pasarle a Jae a través de un beso con leves toques de pasión —No era eso, tu sabes lo que quiero.

JaeJoong negó con la cabeza y tomó otro sorbo de su café. Yunho le hizo cosquillas en el estómago y él escupió todo, cayendo una gran parte del líquido en su propia mochila que ahora tenía una gran mancha marrón justo en el centro.

—Yah, Yunho. Mira lo que hiciste.

Este solo sonrió y se acostó en el césped, llevando consigo a su novio que lo estaba retando. Apretandolo fuertemente contra su pecho para que se calmara. JaeJoong bufó y quiso girarse para quedar de frente con él. Pero Yunho no lo dejo y aunque estaban en una extraña posición era bastante cómoda.

Cuando Yunho hablaba, JaeJoong podía sentir cómo su pecho temblaba o cuando respiraba, como lo elevaba. Soltó una pequeña risa y volvió a gruñir para que lo dejara ir.

Consecuencia de un amor (YunJae)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora