99-. Él está de vuelta // Parte III //

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Las obras de Zayn fueron presentadas rumbo al final de la velada, hasta entonces yo no había tenido la oportunidad o mejor dicho, la valentía de intercambiar un par de palabras con Liam. Seguía sin saber que decir.

Frente a la gran multitud de espectadores se encontraba Zayn dando el discurso que en apariencia marcaba el final del evento, pero entonces algo inesperado ocurrió; a escasos metros de Zayn un caballete fue colocado, éste portaba un lienzo, mismo que estaba cubierto con una tela bastante gruesa en tonalidad carmesí.

—Durante toda la noche nos hemos dedicado a contemplar el talento con el que cuenta esta nueva generación de artistas, es por ello que creo justo hacer lo mismo con la entusiasta autora de la siguiente obra. Sin más preámbulo, me enorgullece presentarles el trabajo realizado por Violett Johnson —Zayn develó la obra mientras yo sentía como todo en mi entorno comenzaba a mecerse.

Yo no sabía que hacer. Estaba en shock. No entendía como es que esa pintura se encontraba aquí. Su "perdida" me había dolió más que ninguna otra, había llorado hasta quedarme dormida a causa suya, creyendo que se había desvanecido de mi vida, pero aquí estaba.

Regresé a la realidad al sentir gran parte de las miradas sobre mí pero no fue sino hasta que sentí el cálido toque de unas manos sobre mí que logré hacer algo más que solo respirar.

—Vamos, amor —Zayn se encontraba frente a mí, sonriendo como sólo él podía hacerlo—, es hora de que subas y recibas la gloria que tanto te mereces.

Sin protesta alguna caminé de la mano de Zayn hasta el frente de la multitud y comencé a balbucear palabras sin detenerme a analizarlas y de las cuales al bajar de la pequeña tribuna, me olvidé.

—Palabras bastante elocuentes, Violett —mi mente aun trataba de analizar todo lo ocurrido por lo que no pude determinar si las palabras de Miles eran una burla o lo decía enserio. Mis dudas se disiparon únicamente cuando las felicitaciones comenzaron a sumarse.

Alegando que necesitaba algo de espacio, me alejé por el corredor llevando a Zayn conmigo, él tenía que aclararme tantas cosas.

—¿Cómo lo hiciste? ¿Cómo es que mi pintura está aquí? Creí...

—Que había sido destruida como las demás —terminó por mí la frase—. Presentar una de tus obras en esta exposición fue una de las muchas ideas que tuve durante mi última estadía en la ciudad. Quizás no lo recuerdes pero la mañana siguiente a mi llegada a Venecia, mientras tú continuabas en la ducha, yo me escabullí a tu estudio y evalué cada una de las obras ahí encontradas. No me tomó mucho tiempo toparme con tal singular cielo estrellado y fue cuando lo supe, esa era la pintura elegida.

Zayn apenas y terminó de hablar cuando yo me abalancé a sus brazos.

—Acabas de regresarme uno de los mayores recuerdos que tengo de mi padre. Muchas gracias.

—Me alegra haber elegido esa pintura sobre cualquier otra —me sostuvo fuerte contra su pecho—. No imaginas el dolor que sentí al ver como creías tu mundo totalmente destruido, o el alivio que me invadió cuando me di cuenta que la pintura por la que tú tanto lloraba no se había perdido como creías —me alejó un poco. Sus pulgares se pasearon bajo mis ojos, limpiando los rastros dejados por las lágrimas—. Iba a confesar la verdad la misma noche en la que me contaste la historia detrás de aquella obra pero tú te quedaste dormida y entonces todo empeoró.

—No importa —le sonreí sinceramente—. Me has dado una de las mejores sorpresas de los últimos tiempos. Ahora, si me disculpas, iré al tocador a arreglar mi maquillaje. Te veo en la salida.

—De acuerdo —depositó un beso sobre mi frente y regresó por el camino por el cual habíamos venido. Yo caminé en dirección puesta hasta llegar al lugar mencionado.

Me tomó unos cuantos minutos arreglar el desastre en mi rostro, pero valió la pena por cada lágrima de felicidad derramada.

La sonrisa desapareció de mi rostro al chocar de bruces con Liam mientras abandonaba el baño.

—Lo siento —dijo sin mirarme, dispuesto a seguir con su camino. Lo tomé del brazo impidiendo que avanzará, el contacto no duró mas de dos segundos; Liam se sacudió lejos de mí y tal muestra de rechazo me lastimó. Y bien merecido me lo tenía.

—Liam, lo lamento tanto. Yo no..., no era mi intención decir nada de lo que dije aquel día... yo no estaba en mis cabales y terminé desquitandome con quien menos lo merecía...

—Olvídalo, Violett —pidió, cortando mis palabras de tajo—. Ya no importa.

—Claro que importa —insistí—. Yo no debí reaccionar de esa manera, no debí insultarte de esa forma.

Suspiró cansadamente y sus ojos finalmente se posaron sobre mí.

—Ya no hablemos más de esto, por favor. Estoy intentando sacarte de mi corazón. Danielle es una mujer maravillosa y creo que podría intentar algo con ella.

No supe exactamente como reaccionar a aquello y mientras Liam se alejaba yo solo fui capaz de decir:

—¿Podremos seguir siendo amigos?

Liam se detuvo y viró un poco hacia mí permitiéndome observar una sonrisa que terminó por acabar con mis esperanzas de tener una vida como la de antes.

—Es lo que yo más quisiera pero no lo creo posible.

—¿Y Zayn? —dije con dificultad. Las palabras se agolpaban en mi garganta mientras las lagrimas intentaba huir de nuevo—. ¿A él también lo vas a abandonar?

—No, Violett, a Zayn y a mí nos conectan demasiadas cosas que no se pueden ignorar. Una amistad como la nuestra no se perderá por una simple mujer, ni siquiera por ti.

My Favorite NeighborDonde viven las historias. Descúbrelo ahora