Todo marchaba a la perfección con mis tres amigas: Mia, Vanessa y yo.
Yo me sentía muy contenta de tenerlas a mi lado y siempre contar con ellas ya sea en las buenas y en las malas y yo sabia que nunca me iban a fallar.
Nosotras teníamos mucho en común y nos alegrabamos por ello; lo que mas nos unía era que a pesar de las peleas y discuciones por cosas insignificantes sabíamos que todo era broma.
Yo tenia una amiga en la que podía confiarle todo y sabia que no me iva a defraudar y su nombre es Sasha, yo le contaba lo que me pasaba y lo que pensaba de nuestras peleas y ella me daba consejos buenos.
Todos los días nos juntábamos a platicar y a contarnos chismes nuevos y secretos, nos reíamos mucho que hasta no comíamos nuestra comida y teníamos que comerla en las clases.
Yo me sentía la mas afortunada de todas porque tenia unas grandes amigas.....
Hasta que llego el día en que me sentí rara, confundida, y muy extraña.
Les platicare de ese día:
Luego de una semana de trabajo duro, llegó el viernes a la ultima hora, todos guardamos nuestras cosas y estábamos esperando a que se acabaran los 30 minutos mas largos antes de salir; todos contábamos los minutos y segundos que faltaban.
A los 10 minutos de la ultima hora yo me entero que mis amigas Mia y Vanessa habían tenido una gran discucion que habían llegado hasta el punto en que se dejarían de hablar y no volverse a ver nunca más, al enterarme yo de eso, no sabia porque habían discutido pero ese no era el caso, lo peor de todo es que yo no sabía que hacer porque si me juntaba con Vanessa, Mia pensaría que yo ya no soy su amiga y si me juntaba con Mia, Vanessa pensaría que ya no soy su amiga, para mi esto solo tenia una conclusión... hablar con cada una de ellas y tener un acuerdo, yo le hablaría a las dos y yo me juntaria con quien yo quisiera.
A mi me dolió mucho que esta situación pasara, pero hay amistades que duran para siempre y otras que son solo viajeras.
