Del odio al matrimonio sólo hay un paso.

Emboscadas y discusiones.

CAPITULO 4

"Del odio al matrimonio solo hay un paso"

Oficialmente odiaba su vida, quien haya dicho que el embarazo es una de las experiencias más maravillosas y gratificantes de la vida: seguramente fue un hombre...uno que no tuvo que lidiar con los pies adoloridos e inflamados una vejiga hinchada y los calores sofocantes, que lo obligaban a dormir como dios lo trajo al mundo porque no aguantaba tener ningún tipo de ropa encima...por no añadir que existía una parte de su anatomía que no había podido ver las últimas dos semanas a causa de su esférico y voluminoso vientre y ni que decir de los bebes que escogieron ocupar como campo de entrenamiento sus órganos internos, los niños ( a estas alturas estaba seguro que eran varones, por lo inquietos) se movían continuamente.

Pero por alguna extraña razón, dejaban de hacerlo, cuando un ilusionado Hashirama ponía las manos en su vientre ansioso por sentir moverse a los pequeños, tal parecía que tanto el contactó como la voz cariñosa del gigante amable calmaba a las criaturas por nacer, es por eso que estaba aquí sentado en la oficina del Hokage sintiéndose increíblemente ridículo ocupando el sillón que su esposo había hecho crecer de la nada con solo juntar sus manos, teniendo que soportar la mirada escéptica de Tobirama que le pasaba unos papeles a su esposo que masajeaba como si fuera la tarea más excitante del mundo los pies del peli-negro, mientras los tenía en su regazo, si esto le parecía extraño a los ninjas de élite que protegían a su líder nunca mencionaron nada al respecto, tal vez tenía que ver el hecho que ninguno quería conocer la bola de fuego masiva, que el belicoso y embarazado guerrero invento en uno de sus arranques de furia hormonal, el bosque aún no se había recuperado de la ultima y había sido ocupado como huerta de cultivo para los alimentos de la aldea.

—Se que estas muy cómodo ¿Pero podrías por favor darle un vistazo a estos papeles? Hay tres clanes más que quieren unirse y quiero que leas con detenimiento sus habilidades para saber si pueden serle útiles a la aldea.

—Sabes que puedes admitir a quien consideres conveniente, eres mi hermano y confió plenamente en ti, no entiendo porque me pides que los revise.

—Porque eres el Hokage y es tu deber—replico el albino exasperado—tienes que saber que clanes componen tu aldea, así como sus habilidades especiales.

— ¿Entonces podrías leerlos por favor? Como podrás notar estoy un poco ocupado aquí.

—Soy tu hermano, no tu secretaría—suspiró el peliblanco antes de empezar a leer—El primero son los Nara, su habilidad especial es un jutsu de sombras que pueden detener por un tiempo a sus oponentes o obligarlos a realizas los mismos movimientos como un espejo, pero son increíblemente perezosos parecen necesitar una mano especialmente dura, también da la impresión que están siempre aburridos, por supuesto espero que sea debido a que posean una gran inteligencia y no que son estúpidos.

—Un jutsu de mediano alcance, sus habilidades en el cuerpo a cuerpo deben ser muy malas ¿Qué opinas Madara?

—No los he visto a diferencia de Tobirama, me inclinaría a pensar que son promedio, o mediocres de ser malas, ese clan no existiría.

—El segundo son los Yamanaka, estos me parecen más útiles pueden leer la mente y obtener información de clanes rivales con su jutsu de posesión...

— ¿Pero?

—Es una habilidad con muchos inconvenientes su oponente o victima debe estar quieto, alguien tiene que cuidar el cuerpo que abandonan y si el hospedero muere mientras ellos están dentro del cuerpo.

—Déjame adivinar ellos lo hacen también.

—Sí, el tercero son los Akimishi, nada más lejos de eso que ellos, pueden agrandar su cuerpo a voluntad, ya sea todo o determinadas partes...