Range tomó el paraguas y se apresuro en ir a la misma dirección por la que fue aquel chico para devolverle el objeto. Ella ya tenía uno y no quería que alguien se enfermará por su culpa, además y si se enfermaba, si se ponía peor, y si le pasaba lo mismo que a Sharon, no podría soportarlo, empezó a correr, pero poco después, dejo de hacerlo, miro a todas direcciones sin logra encontrar rastro alguno del joven. Fue hasta ese momento en el que desistió de su búsqueda, y se puso a pensar en que era lo que debería hacer.Después de meditarlo un momento decidió ir al colegio, y al llegar se encontró con que la reja estaba serrada, decidiendo así acercarse a un guardia de seguridad pidiéndole que la dejara pasar; sin embargo este se negó, pero Range siguió insistiendo hasta que un hombre se acercó y pregunto que estaba sucediendo, los dos hombre hablaron un momento y luego el hombre que acababa de llegar se dirigió a ella.
-¿Cuál es su nombre?. -le preguntó, desde el otro lado de la reja.
-R.. Range Ainsworth. Esto m.. Ainsworth Range. -respondió un tanto nerviosa. -Soy nueva aquí and I. Pe-Perdón y yo me perdí. -tartamudeandó, no hablaba bien el japonés y de vez en cuando se le olvidaba hablarlo, por lo cual comenzaba a hablar en inglés sin percatarse, era muy despistada para su mala suerte.
-Ah, ya veo, usted es la nueva alumna de la cual nos hablo la directora, deja la pasar por favor. -le indicó al guardia de seguridad.
-Si. -dijo el guardia, abriendo la reja.
-Muchas gracias señor. -agregó con una inclinación, sus tíos se habían encargado de enseñarle los modales y formalidades de Japón.
-No hay de que Ainsworth-san, ¿usted bien de los Estados Unidos, no? -cuestión el hombre, mientras la dirigía a la oficina de la directora.
-¿Eh?, no, yo vengo de Inglaterra señor. -respondió a la pregunta de aquel hombre.
-Ah.., Es cierto no me eh presentado, soy el profesor de educación ficticia, Tamura Kensho, puede llamarme Tamura-sensei. -expresó el hombre con una sonrisa.
-Entiendo. -dijo Range, un tanto insegura, cómo aún no dominaba del todo el japonés, le tomaba cierto tiempo el entender claramente lo que le decían.
El hombre la llevo hasta la oficina de la directora, y se dispuso a retirarse, pero antes de que este se pasara a retirara las directora le detuvo pidiéndole que se quedara.
-Señorita Ainsworth-san ¿esta consciente de que llega tarde? -cuestionó la directora, frunciendo un poco el ceño.
-Perdóneme por favor. -respondió Range, en una pequeña reverencia.
-Jaa..., y estas empapada, bueno por esta vez lo dejare pasar, pero que no se repita, entendido. -le indicó eso último dándole un uniforme seco.
-Entemdido, muchas gracias directora. -respondió Range con una gran sonrisa. No se acordaba de que estaba completamente empapada, valla que era despistada.
Cuando Range regreso de cambiarse, la directora le indicó al profesor Tamura, que la llevara a su salón de clases.
Poco tiempo después, el profesor llamo a una puerta y al escuchar la indicación de que podía pasar, abrió la puerta corrediza.
-¿Qué se le ofrece, Tamura-san? -cuestionó la profesora, que antes de ser interrumpida estaba pasando la lista de asistencia.
-Eh traído a la nueva estudiante transferida. -declaró el profesor Tamura.
-Entiendo, hágala pasar por favor. -contestó esta.
-Ya puede pasar, Ainsworth-san. -le indicó el profesor.
-Si. -musitó Range un poco nerviosa, entrando a el que ahora sería su salón de clases.
-Mucho gusto señorita, soy la profesora Biyutsuki Tesla, puede llamarme Biyutsuki-sensei, ahora podría hacer el favor de presentarse a la clase. -ordenó la profesora Biyutsuki.
-Si, es un placer conocerlos, mi nombre es Ainsworth Range, espero llevarme bien con todos ustedes. -decidió usar un tono más formal y hacer una pequeña reverencia al realizar su presentación.
Todos se sorprendieron, ya que era apenas la segunda semana de junio, y nadie sabía que llegaría una nueva estudiante transferida, y era por así decirlo, bastante peculiar; de delicadas hebras dorados que caían hasta sus hombros, sus ojos eran de un tono turquesa un tanto obscuro, su piel era blanca como la nieve, no muy alta, esbelta, y de finas facciones.
-Bien puedes tomar tu asiento.. Veamos, siéntate junto a Yuzuru Nanae-san. -le indicó la profesora Biyutsuki creando un ademán para indicarle el que a partir de ahora seria su lugar.
-Si Biyutsuki-sensei. -le respondió y procedió a sentarse.
Todos la observaron dirigirse a su pupitre, por lo cual se puso un tanto nerviosa, y al tomar su asiento su compañera le hablo haciendo un ademán.
-Hola, mucho gusto me llamo Yuzuru Nanae, pero puedes llamarme Nanae, si necesitas o no entiendes algo no dudes en pedirme ayuda. -le comentó su compañera con una cálida sonrisa.
-Mucho gusto Nanae-san, entonces por favor llámame Range. -contestó con una gran sonrisa.
-Esta bien Range-chan. -agregó Nanae con una sonrisa.
-Bien vamos a comenzar con la clase. -ordenó Biyutsuki-sensei.
A la hora del almuerzo Nanae invitó a Range, a comer junto a ella.
-Y dime Range-chan, ¿porqué te transfirieron a mediados de año? -preguntó Nanae, muy interesada.
-Eh.. A bueno, es que yo me acabo de mudar con mis tíos aquí, a Japón. -respondió Range, con un tono inquieto.
-¡Oh! ya veo, y ¿de dónde bienes? -cuestionó esta, con una gran sonrisa curiosa.
-De Inglaterra. -dijo Range, desviando la mirada.
-¡Ehh! Valla que sorpresa, ¿¡eres inglesa?! -inquirió Nanae, bastante curiosa.
-Si, mi padre era japonés, pero mi madre era inglesa. -Range contestó con un poco de nostalgia denotando en su voz.
-Mmm... ya veo, ¡bueno yo nací aquí en Shinagawa!. -comentó, poniendo su mejor sonrisa para animara a su nueva amiga. Aunque no lo pareciera, Nanae era muy inteligente por lo que se daba cuenta de muchas cosas, y noto que cuando Range hablo de sus padres, ella menciono que "eran" de diferentes países, quizá fuera cosa suya, sólo su imaginación, pero decidió no tocar el tema de los padres de Range y cambiar a otro.
Al finalizar las clases Range fue directamente a la casa de sus tíos, aunque tubo que pedir indicaciones a un oficial, ya que se perdió de regreso a casa de sus tíos, pero al final llego sana y salva.
♪
Gracias por leer.
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Lluvia
RomanceNuestra historia comienza un lluvioso día de junio, en el que dos jóvenes al conocerse bajo la enigmática lluvia entrelazarán sus destinos. No sera un camino fácil de afrontar; sin embargo, ambos darán todo de sí hasta el último momento. Esta hist...