LOS PRIMEROS PASOS ALQUÍMICOS DE ELANIE ELRIC

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Edward y Alphonse llegarón a casa con la bebé,

MA-MAMÁ YA REGRESAMOS
gritaron al unísono, pero, no hubo respuesta.

¿Estarán en casa de los tíos Rockbell?

Mmm... Si es así, no hay tiempo que perder... Traeré el kit de primeros auxilios para curar los piecitos de Ela

Edward subió rápidamente a la habitación de sus padres, poniéndose en punta de pies para alcanzar el botiquín portable, que se encontraba sobre la cómoda, pero por mas que trataba de alcanzar el botiquín, no lo consiguió.

—¡DEMONIOS! PORQUE NO PUEDEN DEJAR LAS VENDAS Y BANDITAS AL ALCANCÉ... ¡ACASO CREEN QUE SUS HIJOS SON TONTOS PARA PONERSE A JUGAR CON ESO! ...¿QUE HAREMOS AHORA PARA CURAR LAS HERIDAS?

En ese momento, Edward recordó que Winry les había dicho mucho tiempo que si no tienen alcohol ni nada con que cubrir las heridas, pueden recurrir al barro.

¿Y en donde conseguiré barro?... ¡No ha llovido en semanas!... ¡Ya se que haré!

Camino hasta el baño, donde se encontraba un balde lleno de agua, cargó con el, hasta el jardín con un poco de esfuerzo, soltó el balde y recuperaba el aliento, apoyando sus manos en sus rodillas.

¡Al! ... ¡Al trae a Ela acá afuera!

Niichan, ¡te estábamos esperando con las vendas y todo lo demás!... ¿Porque querías que trajera a Ela al jardín?

No pude alcanzar la caja de emergencias que mamá pone sobre su cómoda, así que recordé lo que nos dijo una vez Winry, el barro es bueno para curar heridas si no tienes a la mano un frasco de alcohol.

Sentó a su hermanita y le pasaba el lodo por los dos pies sin dejar ninguna herida provocada por aquel perro sin cubrir mientras Elanie hacia pataletas para evitar que su hermano le anduviera en sus pies.

Edward pensando para si mismo

"no le puedo poner los zapatos a Elanie, ya que esto le provocaría dolor y lloraría... Cuando lleguén papá y mamá..."    —  Edward tragando saliva,   

"los confrontare... Les diré... Todo lo que sucedió... ¡Vamos Ed... Se valiente!, debes aceptar las consecuencias de tus actos... Pero... no hicimos nada malo... Sólo queríamos alardear de nuestra hermana pequeña"

— Edward haciendo puño su mano, apretaba el barro, que, colocaba en los pies de su hermanita.

En ese momento hace su aparición Ethan, 

¡vaya! ¡así que salvaron a ese pequeño monstruo!... pensé que cuando la encontrarán sería sólo pedazos de sus huesos.

Elanie se escondió en el regazo de Edward, cuando vió llegar a aquel chico, que, la dejo a merced de ese perro.

¡Imbécil!... Te haré picadillo por haber secuestrado a nuestra her... Edward fue interrumpido por unos pasos que se pararon en seco detrás de él,

EDWARD... ALPHONSE... VAMOS A TENER UNA PLÁTICA MUY SERIA... ¿COMÓ PUDIERON LLEVARSE A LA BEBÉ SIN PERMISO?

MA-MAMÁ... Po-podemos explicarte... Este bastardo... —dijeron muy nerviosos al unísono los dos pequeños Elric

Edward ¿Que clase de vocabulario es ese?Sentenció muy molesta Trisha,

—¡Calmate Trisha, estas asustando a nuestra pequeña hija!... Los chicos solo salieron a pasear con nuestra pequeña... Siempre que han querido hacerlo, les has dicho un rotundo "no"

Van Hoenheim, a pesar de no demostrar el gran amor que siente por sus hijos, con alguna caricia, lo demostraba apoyándolos con sus pequeñas travesuras,

Pe-pero... Cariño... Ellos se merecen una buena reprimenda de tu parte... Pero lo que haces...es defenderlos

—Mira a nuestra pequeña, Trisha... ¿No ves lo feliz que se ve cuando está en brazos de Edward? Ela, esta bien... No le sucedió nada...

Alphonse empezó a sudar y abrió los ojos como grandes platos, mientras, Edward trataba de explicar una vez más lo que Ethan, había hecho con su hermanita.

Ma-mamá... Ethan secuestro a nuestra bebé... la llevó hacía esa vieja bodega que se encuentra en la otra colina, nunca habíamos explorado esa parte de Resembool...la encerró allí para que la devorará viva aquel perro oveja de color negro...

—Ethan Ludwig, ¿tu hiciste eso? ¿Comó pudiste hacer algo así a mi pequeña?... Ahora mismo iré a hablar con tu madre... Y con ustedes dos continuaré cuando regresé... —Los pasos de Trisha eran muy pesados,

Niños, entren y esperen a mamá... Edward ¿Porque mejor no acuestas a Ela?... Parece estar muy cansada, luego de ese largo paseo. — Cuándo los niños iban atravesando la puerta, Van Hoenheim, alcanzó ver los pies de la pequeña Elanie, que estaban muy lastimados, a pesar de que las heridas estaban camufladas por el barro que las cubría

Cuando Edward ya había acostado a la bebé, El padre de los Elric, se acercó sigilosamente sin que sus dos otros hijos lo notasen siquiera.

Mi pequeña... ¿Comó pudo hacerte eso aquel malvado niño?... Si tu madre víera esas heridas... No les permitiría a tus hermanos que se volvieran acercar a ti...lo que voy hacer ahora... Será un secreto ¿prometes no decírselo a nadie?... —Solamente se escuchaba el balbuceo de la bebé, los chicos estaban en la planta baja, esperando a que llegará Trisha, Un destello sobresalió por debajo de la puerta de la habitación, acompañado de un fuerte viento que solo se sintió en el cuarto, las heridas de los pies de la pequeña infante, estaban completamente curados, como si nada les hubiera pasado.

—¡Ay, pero Edward y Alphonse podrían asustarse al no ver las heridas de tus pies o tal vez hasta gritar... —dijo mientras se sobaba la cabeza y luego acomodo sus lentes, 

Los niños se dejan engañar fácilmente, así que cuando se asombran al ver  los pies de nuestra pequeña Trisha, les diré que fue gracias al barro que se curaron   —pensó para si mismo.

La puerta se abrió de golpe, era Trisha, aún estaba molesta.

—Niños... Ustedes se merecen un fuerte castigo por haberse llevado a la nena y haberla expuesto a tal peligro...

Ejem... Ellos no sabían que iba a pasar algo así, sólo salieron a divertirse con nuestra pequeña... ¡Ese chico Ethan, es un mal educado! —interrumpió Van Hoenheim aclarandose la garganta.

—¡Aun así...! —Trisha tomando aire,    —....... ¡Ela esta bien!... así que...no los castigare... Si quieren salir a pasear con la bebé... Deben pedirle a un adulto que vaya con ustedes, así ese chico no se meterá con ustedes...de nuevo.

Días después, los mayores Elric estaban jugando en el patio, no se percataron de que había tres ratitas huérfanas y moribundas.

—Ed... Al... Lavense las manos que ya es hora de almorzar

Van Hoenheim nunca acariciaba a sus hijos ni los cargaba, pero aquella tarde, hizo una excepción con la pequeña Elanie, la cargaba mientras llamaba a sus hijos mayores a comer, los chicos entraron y Van Hoenheim se agachó a recoger un juguete de papel que habían hecho, con Elanie en brazos.
De pronto, la bebé comienza a patear para que su padre la baje, al mismo tiempo señalaba algo, eran esas pequeñas criaturas incomprendidas.

—¡No, Ela no puedes coger esos animales! Transmiten enfermedades.

Elanie seguía luchando por soltarse de los brazos de su padre, hasta que Hoenheim sintió que le pesaban los brazos y tuvo que dejar a la bebé sentada en el suelo.

La bebé se acercó gateando pero los pequeños animalitos ya habían pasado a mejor vida,

No se sabe como sucedió, pero la pequeña acababa de hacer lo mismo que su padre hizo el día anterior para curar sus pies,

Van Hoenheim observaba a su hija con ojos muy fríos.

Nota:Capítulo dedicado a mi amiga Adali, espero te guste

 LAS CRÓNICAS DE LOS HERMANOS ELRICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora