El joven de cabello oscuro iba en avión, acompañado de su padre y un bebé, y miraba por la ventana distraído. Iban a una parte de Japón en la que él nunca había estado, ya que nunca salía de Morioh, y las razones para salir de allí eran... Complicadas. Asuntos familiares. Suspiró, entornando los ojos, mientras oía a su padre entretener al bebé.
-Oye, viejo.
-¿Hmm?
-... ¿Crees que mi... hermana... se alegrará de vernos?-dijo con dificultad por la palabra.
-Claro que si, Holly es muy buena, ya verás.-dijo el anciano sonriente, mientras el bebé reía.
-Si tú lo dices...-dijo cerrando los ojos unos instantes, y volviendo a abrirlos, para seguir mirando por la ventana. Tras una hora llegaron al aeropuerto, y el joven ayudó a su padre con el equipaje y el bebé, suspirando.
-Nunca antes había montado en aviones.
-¿En serio? Yo he estando en 4 accidentes de avión.-dijo el anciano como si nada, y una gota de sudor recorrió la frente del pelimorado.
-... Recuérdame que nunca más monte en un avión contigo.
-Oh vamos, ha salido todo bien, ¿no? Además, tendremos que volver a Morioh.
-Ya ya...
Tras esa charla caminaron por el aeropuerto hasta encontrarse a un hombre de ropas y gorra blancas, esperándoles.
-¡Ah, Jotaro!
-Bueno, pese a ir en avión habéis llegado bastante bien.-dijo mirándoles de reojo, sobre todo al anciano, y este le miró mal.-Seguidme, os llevaré a casa de mi madre.
Tras salir del aeropuerto metió las cosas en el coche con ayuda de su tío, mientras que el anciano abrochaba al bebé al asiento, que reía.
-¿No es genial, Shizuka? Vas a ver a tu hermana mayor.
Una vez todos se metieron en el coche y se abrocharon los cinturones, el pelinegro arrancó el coche, empezando a conducir, mientras el pelimorado estaba algo nervioso.
-Y... ¿Cómo es la señora Kujo?
-¿Mi madre? Oh, es terrible. Da mucho miedo, sobre todo enfadada. ¿Por qué crees que he salido así?-dijo sin cambiar el semblante serio.
-¿E-Eeeeeeeh? ... Papá, ¿estás seguro de que debo conocerla?
-¡Claro que si!
-Ugh... Esto es genial, simplemente genial...-dijo, llevándose las manos a la cabeza. Y no pasó mucho hasta que llegaron a la casa, y todos salieron del coche sin sacar las cosas, para saludar primero. El pelinegro abrió la puerta y todos entraron. Una vez dieron unos pasos una mujer rubia, de unos 57 años, se lanzó a abrazar al pelinegro.
-¡Jotaroooooooooooooooo~!
El pelimorado parpadeó sorprendido, pues no se esperaba eso para nada. La mujer tras eso alzó la mirada y al ver al chico se le iluminó la cara, bastante contenta, y fue a abrazarle a él también.
-¡Tú debes de ser Josuke! ¡Eres tan lindo como decía Papá!
-¿Eh? ... ¿¡Eeeeeeeeeeeh!? ¡J-Jotaro, dijiste que...!
-Terrible, ¿verdad?-dijo sonriendo levemente, mientras el chico seguía aún fuera de lugar, confundido.
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Una vez sacaron todo y lo dejaron en las habitaciones, se sentaron alrededor de la mesa, mientras la rubia sonreía.
-Así que eres estudiante, ¿eh Josuke?
-S-Si señora...
-Oh vamos, nada de formalidades, somos familia. Llámame Holly, o Seiko, como prefieras.
-... ¿Seiko?
-¡H-Holly!
-A Papá le molesta mucho.-dijo riéndose levemente.-Es que el equivalente de Holly en japonés sería Seiko. Pero dejemos de hablar de mí, ¿qué tienes pensado hacer en el futuro?
-Pues... S-Ser policía.
Todos parpadearon sorprendidos, aunque el pelinegro entornó los ojos, y la mujer asintió, sonriente.
-Josuke...
-Es un gran trabajo. ¿Hay algún motivo en especial?
-Bueno...-el joven tomó aire mientras cerraba los ojos, y lo soltó, abriéndolos.-Mi abuelo era policía. Por culpa de un usuario de Stand murió y... También es por mi culpa. Fui descuidado. Por eso decidí proteger mi ciudad... Y a mi madre. Yo admiraba mucho a mi abuelo, así que creo que seguir su ejemplo será lo justo.
Todos le escucharon en silencio, y la sonrisa de la mujer desapareció, mirando a su hijo, que solo desviaba la mirada, y el anciano miraba al suelo, mientras el bebé en sus brazos movía las manos.
-Tu abuelo estaría muy orgulloso de ti, Josuke...-dijo la mujer, y como intentando animar el tema cogió al bebé en brazos, sonriendo.-Entonces protegerás a esta pequeñina, ¿no?
-¿Eh? C-Claro, Shizuka es hermana mía también...-dijo levemente sonrojado, y el anciano rió.
-Parece que alguien se lleva bien con sus hermanas.
-C-Calla viejo...
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Y de noche los hermanastros siguieron hablando, bastante entretenidos, a pesar de la hora.-Y con gritar "DORARARARARA" Crazy Diamond arregla todo sin más. Bueno, salvo a mí.-dijo rascándose la nuca.
-¿En serio? Es genial, yo no llegué a desarrollar un Stand... ... Y... ¿Tu madre cómo es?
-Es... Joven, fuerte, cariñosa... La admiro mucho. ¿Y la tuya?
-Bueno, salvo lo de joven es igual.-dijo la mujer riendo.-Y Josuke... Ese peinado...
-... ¿Pasa algo con él?-dijo ladeando la cabeza. La mujer no parecía ir a insultarlo, así que intentó tomarlo con calma.
-Es que me recuerdas a Elvis.-dijo riendo levemente, y el pelimorado parpadeó, sonriendo levemente, con un leve rubor en las mejillas.
-J-Jolyne también lo dijo...-y tras un rato se mantuvo callado, pensativo.- ... Oye, Holly.
-¿Hmm?
-... ¿No me odias? Quiero decir, soy una prueba viviente de la infidelidad del viejo.
La mujer se llevó una mano a la barbilla, pensativa, y negó con la cabeza, sonriendo.
-Claro que no, tú no tienes la culpa de los actos de Papá. Además, he ganado un chico maravilloso como hermano, no puedo estar más contenta.-dijo muy alegre, y el joven parpadeó, sonriendo levemente también, mientras se rascaba la mejilla.
-Supongo que tener hermanos está bien...