Ale esta confundida, se siente sola cada momento de su vida. ¿Su madre? No es la mejor madre del mundo, y no quiere aceptar que le duele la partida de su esposo ¿Su hermano? Sólo la fastidia, es menor que ella pero no soporta sus estúpidas bromas ¿...
Entre a la casa, y revisé la hora, eran las 6:00pm y a penas oscurecía, fui al sillón directamente completamente aturdida. Me senté viendo hacia ningún punto y minutos después bajo mi hermano, se sentó a mi lado, se veía muy alegre
-Hola hermanita- no le respondí, sabia que en cualquier momento se me quebraría la voz -¿Cómo te fue con ese tipo?- de repente su tono de voz se volvió frío y sarcástico. Volteé mi cabeza en dirección a él.
-Necesito hablar contigo y mamá- dije casi en un susurro, el se rio, sabia que mamá no querría hablar con nosotros nunca, pero era importante -Es urgente ¿entiendes?- ya lo dije mas molesta. El se paro y fue a la habitación de nuestra madre. A los pocos minutos lo vi bajar por las escaleras y a mi mamá tras él. Se sentaron, yo cerré los ojos y respire hondo, necesitaba idealizarme.
-Bueno, deben saber que...- se me hizo un nudo en la garganta, mi madre alzó los ojos, no sabía como lo tomarían, seguramente a mi era a la única que le afectaba, lo mejor era decirlo lo mas rápido posible -Que... Asesinaron a mi padre, no se que es lo que va a pasar, si habrá un funeral o...- no pude mas, una lagrima me escurrió por el rostro. Subí corriendo a mi habitación y cerré la puerta. En ese instante me solté a llorar, me recargué en la puerta y alcé la cabeza, quería ser positiva pero no sabia como, en ese instante se me ocurrió algo, fui hacia mi escritorio y empecé a escribir una carta a mi padre, después la amarraría a un globo y lo soltaría. Una carta diciéndole todo lo que sentía y quería, deseando haberme podido despedir de él y jurando que encontraría al asesino y me vengaría, fuese quien fuese. Escribirla me libero un poco mas, el dolor ya no era tanto y sabía que mi padre estaría mejor si me veía feliz, ahora podía entender porque se fue así sin despedir, quien podía culpar a alguien de algo que no había hecho intencionalmente. Entendía que el no quiso irse asi, no podía culparlo. Doblé la carta y tomé mi celular, marqué el número de Alex sonó tres veces y respondió
-¿Que pasa Ale?- Me encantaba que me llamara por mi nombre, así sencillo, no como todos que se dicen princesa osita o cosas ridículas, lo único que tal vez suena bien es Ángel o Criaturita pero de ahí en fuera iugh esas cursilerías son repugnantes.
-Nada, sólo quería ver si podemos salir mañana- mi voz sonaba aun un poquito triste pero al menos ya no se oía tan débil y decaída como antes.
-Claro, ¿Paso por ti?- no distinguí si estaba molesto o algo parecido, su tono no era común.
-Sí, bueno si quieres- era la conversación mas incomoda que había tenido en mi vida, entonces me arrepentí de haberle hablado.
-Claro que quiero pasar por ti..!!- su voz volvió a sonar como antes, me alegre un poco.
Me fui a la cama esperando el día siguiente, sabía que las cosas mejorarían y me la pasaría mejor que nunca, o eso intentaría, estaba feliz por tener a Alex a mi lado...
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