Capítulo 37. El Gran Día

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Escorpio's pov:

Los nervios me consumían desde adentro, en primer lugar; hoy era el juego, el gran día, y en segundo lugar; ayer Acuario me había visto basándome con Vale y escogió a Libra en vez de a mi. Si el entrenador se entera, después del juego déjare de ser el capitán y mi sueño de ser uno de los mejores jugadores... se echará a la borda.

— ¿Listo? Tenemos que entrenar una vez más, en el juego nos tiene que salir excelente. — Dijo Libra quien entrenaba a mi lado.

— Claro. — Me puse el casco protector. — ¡Leo! ¡Ponte en poción!, ¡Sagitario! ¡Recibe el balón y no lo sueltes, hasta que yo este listo para recibir tu pase! ¿Okey? ¡Todos en su lugar!. — Me puse en posición, y cuando Matt gritó, todos salimos corriendo en contra de los que estaban enfrente de nosotros...

Virgo's pov:

Reí una vez más. No podía creer que una persona mayor, podría ser tan tierna y graciosa, así que leí el mensaje de Tomm una vez más.

De: Tomm

“Virgo preciosa... ¿Qué haces en mi mente?, justo ahora estaba escribiendo un reporte de mi trabajo y cuando lo andaba revisando, me di cuenta de que aparecía tu nombre unas cien veces. No puedo creer que me distraigas aunque no estés cerca de mi. Necesito verte.

PD: Eres linda.”

Oculte la sonrisa de idiota enamorada y escribí un mensaje para él.

Para: Tomm

“Yo tampoco puedo dejar de pensar en ti... Mejor dime ¿Qué haces en mi?, a cada segundo pienso en estar contigo, besarte y volverte loco...

PD: Te amo!. ”

— ¿Qué haces?. — Me preguntó Acuario sacándome de mis pensamientos.

— Nada. — Dije guardando mi IPhone en mi bolso y fijando mi vista en la malteada que estaba enfrente de mi.

— Dime. — Hizo un puchero que me derritió.

— Bueno, me mandaba mensajes con Tomm. — Reí recordando su mensaje.

— ¿El señor Tomm?. — Asentí. — Creí que ya no tenías nada que ver con él.

— Al contrario, cada vez lo amo mas. — Negó con la cabeza.

— Estas mal, debes de decirle a Capricornio, si se llega a enterar por terceros les ira muy mal. — La mire mal.

— No creo que a ti te quede venirme aconsejar, tienes a tres chicos que babean por ti y tú solo juegas con los tres, tú también estas mal, así que es mejor que calles. — Ella negó una vez más y se cruzó de brazos.

— Al menos no salgo con el papá de mi amiga. — Dijo entre dientes.

— ¡¿Y eso que?! ¡Acuario, si te afecta en algo, dímelo y ya!. — Ella sólo jugó con su lengua y no dijo nada. — Eso creía.

— Vete a la mierda. — Susurró, pero fui capaz de oírla. — Mejor me voy.

Se levantó de su asiento y se fue caminando por los pasillos, hasta desaparecer de mi vista.

¡No te enamores de Acuario! Donde viven las historias. Descúbrelo ahora