~Prólogo~

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¿Quién dijo que las prostitutas sólo eran mujeres interesadas y codiciosas?

¿Quién dijo que una mujer así no podría amar?

¿Quién alguna vez dijo que ellas no se tocaban el corazón?

...Pues la persona que alguna vez dijo algo así, no se encontraba muy ajeno a la realidad. Para lograr ser una exitosa prostituta se debe ser bella, amar el dinero tanto como el sexo y tener un corazón de hielo. Eso bien lo sabía Sabina Gonzalez, una joven latina de sólo veintiún años de edad y que a punta de su gran belleza logró llegar a los Estados Unidos, específicamente, a la alocada ciudad de Las Vegas, en el condado de Nevada.

Sabina siempre soñó con hacer de su vida lo que se le diera la gana, goza de libertad y de no dar explicaciones a nadie. Ama las cosas costosas y las prendas exclusivas, así que optó por involucrarse a ese frío e inescrupuloso mundo que era la prostitución; Aunque en un inicio eso nunca fue lo que deseó, poco a poco se fue acostumbrando a ello.

Dinero, guapa y sin corazón eran las tres palabras claves. Ella sabía que no podía fallarse a sí misma en sus calculadoras y personales reglas, se las recordaba a diario cada vez que observaba su reflejo en el amplio espejo antes de salir a los escenarios de "Goddesses". Todo era válido si había nada más que dinero de por medio. Estaba más que clara en ello, hasta que en su vida se involucró David Evans, un hombre que le doblaba la edad, e indirectamente tras él, aparecería también Christopher.

Al comienzo con David todo era nada más que un juego de "dame y te doy". Ella le daba el placer que él necesitaba, y él, el precio que ella costaba. Hasta que el hambre de Sabina por ser algo más que una prostituta sobresaldría.

—Entonces, si quieres ser el único que se acueste conmigo, sacame de este lugar. —Presionó al ser consciente de la reconocida y amplia empresa que era entera propiedad del hombre con el que se acostaba hace ya casi un año.

Él, completamente cautivado por el cuerpo delgado de ésa hábil chica sobre él, aceptó, sin saber que más tarde desataría su propio infierno... Y el de terceras personas también.

—Ella es mi nueva secretaria —informó David al joven que caminaba a su lado.

Sabina se puso de pie, cautivada por la presencia del guapo joven que acompañaba a su maduro amante.

—Él es mi hijo, Christoffert. —Presentó David a Sabina.

—Un gusto —dijo ella al estrechar la mano con cierta sorpresa al chico frente a ella.

—Christoffert Evans. —Habló al recibir el contacto de Sabina. Alzó una de sus cejas y Sabina vio eso como una señal de desafío.

Los problemas se desatarían y ofensas aparecerían entre ambos. David y Sabina se herirán y ella vengativa, usará lo que comprendería tiempo después, el punto más débil de su maldito amante.

El costo de su venganza será el más alto que jamás imaginó. Su corazón entrará al juego y tiempo para remediar todo el daño será por lo que más rogará.

Porque ellas también pueden amar, una prostituta es apasionada y cuando ama, lo hace con el alma.

Sentimientos De Una ProstitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora