CAPÍTULO CUATRO

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Ruidos Extraños

Las venas en mi brazo se marcan bastante en estos momentos, prensadas con la hoja del cuchillo, que se le puede ver un pequeño destello que demuestra lo afilado que está. Solo me queda esperar una cosa: que a Rosette no le duela. Ella también está a punto de terminar su vida como yo. Estoy harta de vivir así, y tal vez yo si me merezca la muerte, pero Rosette no se lo merece. Su sueño de ella siempre fue ser una pianista profesional. ¿Cómo podría destruir ese sueño?

A punto de mover la hoja del cuchillo, se escuchan ruidos afuera. Pensando que podría ser alguien, ambas tiramos los cuchillos. Literalmente los dejamos caer, como si un pequeño rayo de sol hubiera entrado por un pequeñísimo hoyito en una habitación totalmente oscura. Un ligero ruido nos llena de esperanza. Hace que evitemos cometer aquella estupidez. Solo quiero ver a Christian otra vez.  Y abrazarlo con todo mi ser. Nos movemos casi como si el tiempo fuera eterno. Cada paso que doy es como si corriese contra una corriente muy fuerte. Todo en mí se sacude. Cada parte de mi me impulsa como si de una carrera se tratara. En ese tiempo eterno no puedo evitar pensar en lo que casi hice. Casi destruí todo lo que mis padres habían logrado, todo lo que importaba. Pero eso no es lo más importante ahora. Ese pequeño ruido puede significar que hay más personas.

Todo se mueve lentamente. Hasta puedo sentir cada segundo que pasa. Es como si caminara entre nubes. Solo siento la nada. Casi siento que floto. Los sonidos han provenido de afuera. Si es Christian lo abrazaré como si no hubiera un mañana. Solo me queda esperar a que todos hayan vuelto, y si esto es un sueño por fin despierte de él. Solo falta que haya sido el viento, que nos esté jugando una terrible broma.

Solo queda esperar lo mejor. Lo puedo sentir hasta cada fibra de mi cabello. Cada parte de mis uñas pintadas de color naranja. Cada pestaña se mueve y lo puedo sentir. Llegamos a la puerta principal. La abro y salimos.

Aún como si todo estuviera en cámara lenta, mis ojos miel observan detenidamente que todo ha cambiado. las casas se ven muy deterioradas, a excepción de la nuestra. La nuestra se ve como si estuviera recién pintada. Todo se ve intacto de ella. hasta las plantas se ven muy bien cuidadas, aun con cinco días de no ser regadas. El ambiente que se respira es muy distinto. La nieve que vi el día que todos desaparecieron también casi se ha esfumado, aunque ahora hace más frío que ese día, aún quedan algunos restos de nieve. Pero nuevamente se siente como otoño. Hasta el pavimento no se ha salvado, se ve resquebrajado. Las aceras se ven rotas. Parece una ciudad abandonada hace mucho tiempo.

Nuevamente el ruido se escucha y parece provenir desde un callejón que está como a unas cinco casas de mi hogar.

Cada vez que nos aproximamos más y más a la desconocida fuente del ruido, este  va aumentando en intensidad. Es como si la curiosidad y la esperanza nos impulsarán a ver que hay más allá. Aún que el miedo y la incertidumbre nos frenan. Por lo que ambas vamos caminando con miedo, pero sin perder la esperanza de que alguien, aunque sea un vagabundo, exista. Si es una persona... Mis padres podrían estar vivos, si es otra cosa... Nosotras estaremos muertas en unos momentos.

Cada paso que doy se siente extremadamente pesado, cada vez que miro al frente una luz me ciega, son los coches lujosos de los vecinos, ahora se ven deteriorados, hasta la pintura se agrieta.

El suelo se siente como nubes, y extrañamente comienza a llover.

El tiempo se siente tan lento que parece que todo se estuviera deteniendo. Incluso mi corazón. Todo se pone borroso. Todo está iluminado por esa extraña luz.

BORRADA (Incluye Soundtrack)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora