Entre Rejas [EunHae]

Epílogo

La Señora Park corrió hacia mí y me abrazó.

-Lo siento mucho cariño...

Dijo y al instante me quede petrificado.  No pude entender lo que dijo después, pues aquella disculpa fue más que suficiente para comprender que algo malo había pasado.

-¿Quién es usted?

Preguntó bruscamente Hyuk Jae  acercándose a nosotros; la mujer, sintiéndose agredida por su pregunta se giró hacia él y sin soltarme de las manos y apretándolas entre las suyas, habló con tono de molestia.

-Soy la Sra. Park y soy... era su casera.

Su tono de voz disminuyó hasta convertirse en uno compungido y luego ella se dirigió nuevamente a mí.

-Se ha ido y nadie sabe a dónde. - Apretó mis manos con tanta fuerza que temí que me cortara el suministro de sangre. - Me siento terrible de tener que darte estas malas noticias, ¡no sabes cuanto! Pero ella simplemente se fue sin siquiera decir nada...

-¿Habla usted de la Señora Lee?- Hyuk le preguntó interrumpiéndola, visiblemente confundido. La mujer asintió hacia él con brusquedad.

-Sí, sí, ¿de quién más?

Contestó ella obviando la respuesta mientras le dedicaba una mirada de pocos amigos con la que le prohibía el volver a interrumpirla de nuevo; Hyuk Jae pareció captar el mensaje y entonces se mantuvo callado y quietecito.

La Señora Park, después de ver domado al intruso preguntón, continuó:

- Luego de la muerte de Donghwa, ella se fue sin decir ni una sola palabra.

Me tensé. ¿Muerte? ¿DongHwa?

Mis piernas comenzaron a temblar mientras recogía algunas de las palabras de entre todo el conjunto de oraciones que salían con fluidez de su boca.

-Todos creímos que regresaría, pero hasta el momento ella no lo ha hecho.

Jodeeeer. ¿Mamá huyendo? ¿Hacia donde? ¿Por qué no me lo dijo? ¿Me abandonó?, ¡¿realmente lo hizo?!

-Lo siento mucho cariño.

Ella volvió a rodearme con sus brazos y como si lo hiciera por los dos, comenzó a sollozar.

¿Mi hermano estaba muerto y mi madre se había ido?

¿Porqué la Señora Park me había dicho todo esto sin un poco de tacto?

No importa la forma en que lo haya dicho, de igual manera, iba a doler, justo como ahora.

Trate de llevarme una mano al el pecho, pero el ruido muy parecido al de un golpe se escuchó y fue casi tan fuerte en mis oídos como el estallido de un cañón. Apreté los dientes y gemí.

Ahhh, quizá ese fue el sonido de mi alma desprendiéndose de mi cuerpo. Ojalá y se vaya lejos, como mi madre y DongHwa hicieron, pensé.

Pero la calidez del cuerpo de Hyuk Jae rodeándome unos segundos después mientras nos encontrábamos arrodillados en el suelo, me hicieron saber que no había sido mas que yo quien había caído  cuando mis piernas habían cedido ante mi peso por el shock, el que había provocado aquel sonido.

¿Cómo había pasado de estar en los brazos de la Señora Park a los de Hyuk?

Me pregunté, como si de esa forma pudiera olvidar la terrible información que acababa de conocer y que hacía unos cuantos segundos me había destruido.