¡Oops! I Did It Again

12. ¿Epílogo?

- Podrías cantar esta parte - decía mientras señalaba la hoja entre sus manos - Y yo seguirte en la siguiente - entonces volvió a señalar la hoja y decir un montón de cosas más a las que no pudo prestarles atención pues su mundo giraba como en una rueda de la fortuna.
- ¿Dónde me colocaré yo? - intervino Ray notando el movimiento irregular de su cuerpo.

Agradeció a su mejor amigo con una sonrisa para luego dejarse caer pesadamente sobre el sofá del camerino de"Weezer". Luego de un buen rato fuera el volver a los escenarios lo tenía así: cansado, mareado y con muchas ganas de vomitar todo alimento consumido las últimas veinticuatro horas. Era horrible.
- ¡Hey Gee! - Brian lo saludó animado, dejándose caer a su lado.

El leve movimiento fue lo único que necesitó para que terminara vaciando su estómago en los converse nuevos de su manager. De inmediato todos se volvieron hacia él con la misma expresión preocupada de hacía tres días. "Mierda... es como un deja-vú"

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- ¿Seguro que quieres continuar? - preguntó nuevamente su amigo vocalista - No hay problema sí...
- Nada de eso - intervino al instante - Sólo estoy algo resentido del estómago... se pasará pronto - su amigo sonrió
- Bueno, entonces podrías aprovechar que no está tu esposo y arrojarte al público... eso sería genial
- ¡Claro! Para que metan a mi Frankie a la cárcel por matar a los que se atrevieron a toquetearme - señaló con ironía, provocando una sonora carcajada en sus amigos de la otra banda.
- Ok, no lo hagas... por cierto ¿cómo están tus niños? - al instante una enorme sonrisa adornó su rostro y todo malestar desapareció con el sólo recuerdo de aquellas lindas caritas esperando por él
- Están cada vez más grandes... Miles cumplió tres hace unos meses y Matt, Cherry y Bandit cumplieron dos
- ¡Cuatro niños! - señaló su amigo, asombrado - ¿Seguro que fue buena idea dejar a Frank solo con ellos?
- ¡Claro! ¡Frankie es un estupendo padre!

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- ¡Miles, Matthew! ¡Dejen eso! - gritó a todo lo que daban sus pulmones pero fue en vano. El jarrón favorito de Gerard ahora yacía hecho pedazos en el suelo de la sala
- Papi Gee - dijo Cherry señalando el desastre mientras sus hermanos corrían como pequeños delincuentes a esconderse de él. "Ya verás Frankie, algún día tendrás hijos igualitos a ti y entonces me comprenderás" recordaba las palabras sabias de su madre mientras limpiaba el desastre. ¡Oh, cuánta razón tenía!

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- Pero debe ser difícil, digo... ¡cuatro hijos menores de cinco! - recalcó
- Mis niños son unos angelitos, jamás ocasionan problemas

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- ¡Cherry! - grito rojo como tomate, abriendo sus ojos como platos al ver las cuerdas de su amada Pansy cortadas justo por la mitad "¡¿Cómo diablos entraron acá?!" se preguntó observando a su viejo amor con rastros de dulce y baba- ¡Miles, Matthew! ¡Vengan acá! - escuchó la risita de sus hijos y luego sintió un ligero agarre en sus piernas. Era Bandit, supequeñita

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- Deben ser niños hermosos - señaló Scott
- ¡Lo son! - exclamó emocionado y con sus ojos brillando de orgullo - De hecho traigo sus fotos conmigo - de su cartera sacó la fotografía de sus niños, la tomada en el cumpleaños de Frank. Todos se pegaron a él para poder ver.
- ¡Que lindos! - señalaron maravillados.
- El pelinegro es Miles, Matthew y Cherry son castaños y Bandit, la más pequeña, es también pelinegra
- ¡Es igualita a ti!
- ¡También Miles lo es!
- ¡Sacaron tus ojos! - prestó la fotografía a sus amigos sin dejar de sonreír. Amaba demasiado a sus niños - ¿Y que sacaron esos pequeñitos de Frank?
- Su carácter - señaló con una enorme sonrisa que fue correspondida de inmediato - Son iguales a Frank en ese sentido... menos Bandit, ella se parece demasiado a mi
- Apuesto a que son muy apegados a ti - dijo Patrick sin dejar de sonreír
- Un poco - dijo con una mueca divertida