Capítulo 14: He vuelto.

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Liam

Cuando Liam era pequeño...

Los padres del chico están sentados en la arena viendo como su hijo juega en la orilla, de repente, el niño sube la cabeza, ve a sus padres y les sonríe dulcemente.

El niño está cansado de que otro chico le quite sus juguetes.

¡Estate quieto! Deja de quitarme mis cosas.Dice Liam con enojo en su voz. El otro, lo mira con cara de pocos amigos.

Y tú deja de comportarte como estúpido, que pareces tonto.Dice cortante. ¿Por qué no te alejas de toda esta mierda? No puedes seguir dependiendo de tus padres toda la vida. Así no llegarás a nada en la vida. ¡Larguémonos! 

Tengo diez años ¿a dónde voy a ir? Si me voy, acabaré en un orfanato o cosas así y sin mi familia.

¿Solo? Yo que soy entonces ¿una planta de decoración?Dice burlón el chico que se hace llamar Josh.

No dije eso. Pero tú tienes dieciséis años, me dejarás solo, te irás por ahí y acabaré totalmente solo.

No estás solo. Está el chico este... ¿Damen? Sí sí... ¿sois amigos, no?

¿Por qué a veces me quieres hundir y otras me quieres animar?Dice Liam levantando la vista y clavando sus ojos en los de Josh, evitando contestar a aquella pregunta, nunca diría la verdad, no por ahora.

Josh sonríe, se levanta y se va. En seguida aparecen los padres de Liam.

Liam, ¿hablabas con alguien?

¿Yo? ¿Eeeeh...? S-sí, con Josh.Dice bajando la vista

Me despierto con un sudor frío en la frente ¿Josh? ¿Hace cuando no sé nada de él? ¿Seis años? Eél era producto de mi imaginación pero él... Él ha fue mi amigo cuando nadie lo era, cuando todos me despreciaban por ser gay. 

¿Qué habrá sido de Damen? Hace tiempo que no sé nada de él, solo sé que su primo es Ian y va a mi instituto, debería hablar con él algún día. Lo conocí después, cuando me mudé aquí. Fue simpático conmigo y me presentó a los que ahora son mis amigos y me convenció para entrar en el equipo de fútbol.

—Hola Liam—La voz de un muchacho de unos veinte y pocos años hace que me gire y lo observe. Alto, tez morena, pelo negro y ojos profundamente oscuros. Josh.

—H-hola ¿te conozco?—Digo intentando parecer tranquilo—¿Cómo has entrado en mi casa?

—¿Ya no te acuerdas de mi? Me ofendes Liam, soy Josh. Tú primer amigo ¿recuerdas?

Lo recordaba, claro que lo recordaba. Mi cara cambia y se vuelve totalmente sorprendida, ¿en serio es él? Me levanto como puedo y me dirijo hacía él.

—¿Cómo has entrado?—Pregunto de nuevo ya que no sé que más decir, mi mente bulle como una tormenta y yo sólo puedo mirarlo, no lo recordaba tan... guapo. 

—Vaya, me parece que estás con alzheimer y sólo tienes diéciseis años. Hasta tus madres me han reconocido.—Dice el pelinegro con aire de suficiencia, se acercó a mi con seguridad, como siempre. Pasa una mano por mi mejilla y hasta siento que es real, pero no lo es. 

—No eres real. Eres producto de mi mente, tú... Tú no existes, nunca lo has hecho.—Afirmo como puedo, estoy empezando a sudar. Me toco el pelo con nervisismo. Creí haberlo superado, con la medicación, psicólogos y psiquiátras, esperaba que hubieran funcionado, pero no. 

—¡Me estás ofendiendo mucho! Primero, no me reconoces y ahora, que no soy real pero ¿qué mierdas te metes en el cuerpo?—Parecía enfadado pero era difícil saberlo a ciencia cierta sabiendo que no es real. No quiero empezar a discutir y preocupar a mis padres ni a nana.—He vuelto porque de nueco seré tu único amigo.—Explicó como si de verdad se alegrara de ello, le gustaba que sólo estuviera con él. 

—Jamás.—Afirmé con la poca fuerza que me quedaba y desapareció. 

Mi madre entró en mi cuarto, simulando tranquilidad.—¿Hablabas por teléfono?—Preguntó. Se sentó a mi lado de la cama y me besó la cabeza.

—No, era Josh. Ha vuelto.—Dije mirándola. Su expresión cambió, pero sólo fueron unos segundos.

—Avisaré a tu padre.—Y yo asentí sin decir nada más. 

Salió del cuarto y me tumbé en la cama mirando al techo ¿qué pasaría ahora?

Se lo que piensas. [Parada temporalmente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora