La Suerte De Quererte ↭Isaac Lahey, Theo Raeken↭

Capítulo 18

Se quitó el casco. Me miró y tenía esa típica sonrisa de estúpido.

-¿Qué haces aquí?

-Que pasa que ¿ahora no puedo jugar a lacross? - dijo.

-No deberías.

-A ver Isaac, yo no le hice nada a Sara ¿de acuerdo? A sí que olvídalo ya - dijo poniéndose el casco e yendo al campo.

Aparecieron Scott y Stiles.

-En el campo hay otro lobo. Debemos averiguar quién es - dijo Scott.

-No hace falta, ya sé quién es. Es Theo.

Rato después terminamos de entrenar y nos dirigíamos a los vestidores.

-No sé qué quieres, pero no te acerques a Sara - dijo Scott.

-Le he dicho a tu querido Isaac, que no fui yo, ni nadie, solo se escapó.

-Me da igual lo que me digas, ya no te creo ninguna palabra. Más te vale no verte nunca por allí.

(...)

Estaba nervioso porque la veía en una hora, podré hablar con ella tranquilamente.

Llegué al hospital. Vi a Melissa que se dirigía a mí.

-Hola Isaac ¿qué haces aquí?

-Nada que vengo a ver a un amigo mío, que hace tiempo que no lo veía - dije, no sabía que decir.

-Pero ¿trabaja aquí?

-No, está en una de las habitaciones...con su...padre que está ingresado.

-Ha pues dime el apellido, te la busco y te llevo - dijo.

-¡No! No hace falta, se dónde está pero gracias.

Me fui de allí caminando rápido para que no me siguiese. Llamé a la puerta antes de entrar.

-Pasa - dijo una voz desde el interior.

Se me iluminó la cara cuando la vi sonriéndome.

-¡¡ISAAC!!

-Hola guapísima mía, que de tiempo - dije abrazándola como pude. -qué ¿cómo estás?

-Muy bien, me he recuperado pronto.

-Sí, ya te veo - reímos.

-Y ¿cómo van las cosas por el instituto? - dijo posando su mano encima de la mía.

-Pues como siempre, nada interesante.

-¿Y Theo?

-Prefiero no hablar.

-No, no pasa nada. Él no me hizo nada - dijo quitando su mano de la mía.

-¿¡Nada?! Dañó mucho a Scott, te secuestro y después te hizo enfermar - dije levantándome y gritándole.

-Pero ¿quién te ha contado nada? Tú qué sabes qué me hizo. Sí me secuestro, pero él se portó muy bien conmigo en ese momento y no me hizo enfermar. Lo qué pasó fue que yo me escapé porque quería estar con vosotros y mi familia, os echaba de menos. Llovió mucho y me resfrié y el me encontró. A sí que ya le podéis pedir disculpas - dijo muy enfadada.

-No puedo de verdad, lo odio tanto.

-Me duele bastante la cabeza.

Se empezó a poner pálida otra vez. Estaba vez es culpa mía por gritarle. Le cogí la mano y le quité el dolor.

-¿Mucho mejor?

-Sí, algo.

Me levante para irme por si venía alguien. Noto qué me cogen de la mano.

-No, no te vallas, quédate.

-¿Estas segura? - dije acercándome.

-Sí, ven que te hago un hueco.

Me tumbe al lado de ella, hasta que me quedé dormido. Tenía el oído agudizado. Dicen que los perros cuando duermen tienen las orejas escuchando todo lo que pasa aunque duerman. Escuché la voz de Scott. Me levanté con cuidado de no despertarla. Aunque se despertó.

-Sara, viene ahí Scott, yo me voy y ahora mismo vuelvo.

-Que no le diga nada ¿Por qué?

-No saben que he venido a verte antes, por favor no digas nada.

-Vale, vale.

Salí por la puerta sin que hiciera ruido. Me escondí detrás de una pared que había cerca para que no me vieran.

Narra Sara

Entraron Scott, Stiles, Lydia y Allison. Los abracé muy fuerte porque hacía tiempo ya que no los veía.

-Scott ¿Estas mejor?

-Sí, sí, costo un poco sacarme el acónito pero sí, estoy bien. ¿Y tú?

-Bien con un poco de dolor de cabeza.

-Hola, siento por llegar tarde - dijo Isaac.

Intenté no reírme, pero me salió.

-¿Por qué te ríes Sara? - dijo Lydia.

-Nada nada es de algo que me he acordado.

Entró Melissa, miró a Isaac extrañada.

-Tengo que daros una buena noticia. Sara podrá salir mañana por la mañana de aquí. Le hemos mirada las características y va a estar bien.

Todos abrazaron a Melissa y después a mí.

-¡Qué bien podrás volver con nosotros! - dijo Stiles.

-Bueno nosotros nos vamos - dijo Lydia.

Fueron dándome besos uno a una, por ultimo me lo dio Isaac en la comisura de los sabios. Menos mal que se fue porque notaba como me ardían mis mejillas.

Narra Isaac

-Scott hoy es el día, hoy tengo que dejar a Allison. Y así quedarme por las tardes a partir de mañana a cuidar a Sara.

-Vale, déjala ahora y así estaré yo para "consolarla" - dijo.

-Vale, me estoy poniendo nervioso, menos mal que ella no puede escuchar el latido de mi corazón. Pero haya voy.

Aparté a Allison para que no escucharan.

-¿Qué quieres?

-Mira te tengo que decir algo. No quiero que te enfades conmigo pero...quiero cortar. No sé no es lo mismo, algo ha cambiado.

-No pasa nada, además yo también quería cortar contigo - dijo.

-Pues bien porque no quería que sufrieras - dije.

-Igualmente.

Estaba feliz, había sido todo muy fácil.

-Scott, ya no hace falta que la "consueles" ella también me quería dejar - dije dándole palmaditas en la espalda.

-¿No? Pues perfecto.