Otra historia / Spin Off SDE / (Pausada)

1.5►bff

N/A: Quiero aclarar que lo de 1.5 es porque la "historia principal" de este capítulo transcurre entre la primera y la segunda temporada y pues (? creo que se entiende meh.

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Estuvieron discutiendo un rato con David para qué servían en realidad las compresas con alas, y el chico seguía firme en su teoría del mecanismo de airear al paciente que las llevase.

Pero lo estuvieron discutiendo a grito pelado. Cero disimulos. ¿Para qué? Estaban en medio de la fiesta de una boda, lo más normal era hablar de compresas y de alas interactivas.

–David, cariño, ¿llevamos dos años juntos y nunca has visto una de mis compresas?– preguntó Carla, encarando las cejas.

–Joder, no es algo que me proponga hacer, ¿vale?– se justificó el chico, encogiéndose de hombros.– Soy un tío, los tíos no sabemos de estas cosas, mira...

Se levantó de la silla y buscó con la mirada a alguno de sus camaradas mientras se ponía de puntillas. Las cuatro chicas le observaron con el ceño fruncido, preguntándose si de verdad iba a buscar a apoyo para justificarse en que no sabía tratar temas de higiene femenina.

Se llevó dos dedos a la boca y silbó cuando divisó a Carlos entre la multitud.

María se agazapó en su silla y se llevó una mano a la cara, intentando cubrirse para no pasar la mayor vergüenza de su vida.

El rubio escuchó la llamada salvaje de David y le hizo un gesto con la mano. Cogió una copa de la bandeja de uno de los camareros que iban y venían por el banquete, y se la terminó antes de reunirse con el grupo.

–¿Cuánto has bebido?– le preguntó David, dándole una palmada en el hombro.

–¿Cuándo te has teñido el pelo?– preguntó Carlos en respuesta.

–No me he teñido el pelo.– respondió David, tocándose el cabello con cautela, dudando de sí mismo.

Carlos se rió señalándole con el dedo.

–Es coña. No he bebido tanto. ¡Te estaba buscando!– dijo, volviendo su vista a María.– ¿Dónde estabas?

–Aquí.– respondió ella, enderezándose en la silla.– ¿Para qué me buscabas?

–Pues... Es tarde, ¿no?– dijo él, rascándose la nuca.– Deberíamos ir a dormir.

–Ya, a dormir.– comentó Ana, torciendo una sonrisa pervertida.

Carlos cerró el puño y lo acercó a Ana, la cual chocó con él puños, mirándose como si fueran los únicos que hubieran captado la indirecta.

–Esta noche te toca paja, babe, que estoy en una entretenida conversación sobre mi vida al conoceros.– María sonrió mirándose las uñas.

–Ah, sí, para lo que te llamaba.– David se giró a mirar a Carlos, puso ambas manos en sus hombros y le miró fijamente.– ¿Tú sabes para lo que sirven las alas en una compresa?

–Sí. Para sujetar. En plan, se pega la parte absorbente por arriba y las alas por debajo, para que no se mueva.

David parpadeó varias veces mirando al chico.

–¿Tú como sabes eso?

Carlos se encogió de hombros y miró a María.

–Somos una pareja muy sincera. Nos resolvemos las dudas sexuales el uno del otro.