prologo

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¿donde estoy?. Se preguntaba el pequeño chico mirando a su alrededor, no podía ver nada todo estaba completamente oscuro, quizo levantarse y correr pero cierto objeto se lo impedia, lo tenian encadenado de su par de manos y pies.

-¿ahí alguien hay?- gritaba el chico. -ayuda!!-

Nada...ni un solo ruido mas que el eco de su voz, pasaron minutos, horas y hasta días o eso creía él hasta que pudo oír el ruido de una puerta rechinar, el peliazulino estaba feliz, al gin saldría!, alguien lo venia a liberar.

-ayuda!, no se cuanto tiempo he estado aquí pero se que es mucho-
-¿ayudar? ¿yo?, ¿por que quieres que te ayude, que te salve? si hace un momento querías lanzarte de un puente?.

-¿como sabes eso? ¿acosa usted me vio?- preguntaba sorprendido shiota

-..ja...ja ja ja ja- reia a carcajadas aquella persona que había entrado a la habitación tan oscura.

-respondeme- exigió Nagisa
-claro, ¿gracias a quien crees que sigues vivo?, no, yo no te salve, me salve a mi mismo-

Nagisa no supo que responder, al terminar aquella oración la habitación se ilumino y dejo verlo el rostro de aquella persona que estaba frente suyo no era nadie mas que el mismo era él!, cabello celeste, orbes del mismo tono, tez blanca sin duda era el la unica diferencia era su mirada.

-como puedes ver soy tu- sonrió el chico de orbes azules
-imposible!-
-mucho gusto nagisa-kun, dejame presentarme, mi nombre es Zen, el asesino- diciendo esto dio media vuelta y camino hacia la salida de aquella habitación. -disfruta de este lugar ya que aquí te quedaras hasta que a mi me plasca- y las luces se apagaron.

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