Capítulo Sesenta y nueve. Ella soy yo.

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Saqué el móvil y marqué el número, había unas cosas que no entendía y necesitaba algunas explicaciones o mínimo que me dijera lo que realmente decía el archivo.

*M. Hola.
J. Explícame lo que enviaste. (dije sin despegar la vista de la pantalla).
M. La información es real, Jennifer; los nombres, trabajos, direcciones, hijo, todo.
J. ¿Y lo otro que te encargué?
M. El vídeo es falso, fue grabado hace unas semanas, no hace años como lo dicen los apuntes, además que no son las mismas personas de la información.
J. ¿Cómo sabes eso?
M. Yo por ciencia cierta no lo sé, pero eso dijeron los detectives, ellos saben de esas cosas.
J. Cierto, ¿Algo más?
M. No hay ninguna denuncia sobre abandono, pero si un expediente hospitalario de Susan Lawyers de que dio a luz a dos hijos, pero solo existe registro uno.
J. Vale, ¿No hay nada más?
M. No, es todo lo que hay en los documentos.
J. Gracias, Marcos.
M. Para servirte.*

Colgué y fui a la habitación de Mariel, golpeé la puerta y espere.
-Ven mañana, o mejor nunca-

-Mariel, por favor, tengo que decirte algo-

-Si es sobre tu investigación, no quiero saber-

-Va a interesarte, por favor- hice una pausa -Si hablamos hoy, mañana vamos a buscarlos, faltamos a la universidad y nos vamos-

Espere unos minutos y la puerta se abrió -Tienes media hora- dijo molesta y se tumbó en la cama.

Comencé a explicarle todo lo que me había dicho Marcos, le puse la grabación de la llamada y le enseñé todos los documentos que había mandando.

-Esto me confunde más- admitió.

-Por eso los buscaremos, para que nos respondan-

-Pero, el vídeo es falso, la denuncia también, no tiene sentido-

-Lo sé- susuré.

-Pero también ella tuvo dos hijos y solo registró uno, hay una posibilidad-

-¿Te quieres aferrar a eso?-

-Ya lo estoy- sonrió débilmente
-Quiero respuestas, Jennifer, no pido mucho-

-Entonces, vayamos por respuestas- me acosté a su lado
-Mañana mismo-

-Vale- me abrazó con demasiado cuidado -Oh, estás fresca- hundió su cara en mi cuello -Y me encanta como hueles-

-Me haces cosquillas- la empujé suavemente.

-No, no me apartes- se acercó.

-Vas a lastimarte la mano-

-Por favor- besó mi cuello
-Prometo que no usaré las manos- lo mordió suavemente.

-Hmm, Mariel-

-¿Si?- rozó mi piel con la punta de su nariz -Me encanta cuando tu pijama son mis poleras- la levantó con los dientes -Pero amo cuando no usas sujetador-

-Eres una boba- cogí su cabeza entre mis manos -Una boba que tiene que detenerse-

-¿Por qué?- susurró frustrada.

-Digamos que me sentiré indispuesta-

-No entiendo a que te refieres- dijo confusa.

-Vale, olvidaba que no entiendes las indirectas- solté una leve risa
-Mañana va a bajarme-

-¿Y qué tiene que ver con hoy?-

-Que tengo leves dolores en mi vientre-

-Oh- se tumbó al lado mío
-¿Necesitas algo?-

Entre mis letrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora