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Niall P.O.V.

Me encuentro en el bar del hotel donde no hay nadie, tengo una copa a medio terminar con el hielo completamente derretido, me quedo observando la oscuridad de la habitación durante un rato antes de desviar la mirada a mi móvil que está encima de la barra bloqueado y dudo unos segundos antes de cogerlo y volver a mirar las llamadas perdidas de Melisa que aún no he devuelto.

Llevamos cerca de tres meses saliendo y aun no estoy seguro de porqué empezamos, supongo que llegue a convencerme de que era lo más lógico, reímos juntos y lo pasamos bien, me dije a mi mismo que de alguna manera me gustaba, aunque sigue faltando algo en sus ojos, algo que no consigo descifrar.

Hace mucho que no duermo bien, y es que no consigo que mi mente confusa y cansada me deje descansar. Según el reloj son las tres y media, he dejado a Harry en mi habitación, ayer estuvimos viendo una película pero nos dormirnos. Ahora hará una hora más o menos que me he ido, me he despertado a causa del mismo sueño que hace meses tengo. Solo abrir los ojos me he encontrado con su cara enfrente, parecía tan en paz, con los ojos cerrados y la respiración tan tranquila que puedo jurar que note un dolor en el pecho, un dolor que cada vez era más fuerte y no sabía cómo parar, era casi insoportable y como siga así no aguantare mucho tiempo. Estoy cansado de sentirme así, como si me faltara algo, como si estuviera viviendo en la oscuridad, tropezando a cada paso porque no veo que es lo que hay enfrente de mí, en mi camino, como si me faltara información, como si necesitara algo para llenar mi corazón, algo que nunca he tenido y no sé qué es. Dicen que no puedes echar de menos algo que nunca has tenido, pero yo lo hago y puedo jurar que es el peor sentimiento del mundo, empieza a volverme loco y no sé cuánto tiempo podré seguir así sin romperme en mil trocitos los cuales van a cortar a cualquiera que intente recogerlos.

Noto como una lagrima cae des de mi ojo hasta la madera de la barra y como a esta le siguen unas cuantas más, no me molesto en secarlas no me quedan fuerzas y estoy harto de fingir así que simplemente las dejo caer en silencio.

Me doy cuenta de que he perdido la noción del tiempo cuando oigo una voz ronca detrás de mí, una voz que no podría conocer más, la de Harry.

-¿Niall?- no respondo, no me veo capaz - ¿Qué haces aquí? ¿Estás bien? Te he estado buscando por todas partes. ¿Cuánto rato llevas aq.. ¿Estás llorando? – mierda, oigo como se acerca y se sienta a mi lado y vuelve a preguntarme si estoy bien, mientras pone su mano en mi hombro intentando que le mire, pero no reacciono solo puedo mirar hacia abajo mientras las lágrimas siguen cayendo sin parar. Antes de poder darme siquiera cuenta me encuentro abrazado a él llorando sin parar e intentando controlarme, pero no puedo. Hacía mucho que no tenía un ataque de pánico ¿Por qué ahora?

- ¿Niall? Niall mírame, ¿me escuchas? Solo míreme no pasa nada, solo soy yo – y le hago caso levanto la mirada y me concentro en sus ojos – bien, muy bien ahora vamos a respirar juntos ¿vale? – él empieza a respirar hondo y yo a seguirle, solo mirándolo, y me pierdo en el verde de sus ojos, en el negro de sus pupilas dilatadas debido a la falta de luz, me pierdo en él, y si no fuera porqué sus ojos me calman estoy seguro de que ahora mismo estaría sufriendo un segundo ataque, porqué en este momento me doy cuenta de que él es lo que me faltaba, siempre ha sido él.

- ¿Estás mejor? – solo asiento y aparto la mirada de nuevo, no quiero que lo note, joder eso sería un desastre. Unos segundos después, segundos que pasamos en silencio noto como su mano me hace girar la cara de manera que le estoy mirando. – ¿Qué ha pasado? – puedo ver la preocupación en sus ojos y me siento mal, porqué este no debería ser su problema, él debería estar durmiendo, con su respiración relajada y sin preocupaciones.

- Nada, yo... – tengo que parar a pensar como seguir la frase y hacerlo bien, porqué él me conoce demasiado como para engañarle fácilmente. - ... no he pasado unos buenos días últimamente y me he estado sintiendo un poco solo y supongo que estar legos de casa y la gira y... – vale tengo que parar, he perdido el control y ya no sé qué estoy diciendo – ... no lo sé, lo siento mucho de verdad.

- No tienes que disculparte, es solo que no me gusta verte así, me he asustado, sabes de sobra que no sé qué haría sin ti por aquí, me importas demasiado... no sabes hasta qué punto – todo lo que puedo pensar es en que por muy bien que suenen estas palabras no significan lo que quiero que signifiquen y voy a tener que ocultar la decepción.

- Si bueno, esto no sería lo mismo si faltara alguno. – vuelvo a apartar la mirada, pero oigo como Harry se mueve de donde esta y una vez de pie empieza a caminar de aquí para allá aunque sin alejarse demasiado de mí, lo que agradezco.

- ¿No lo entiendes vedad Niall? – levanto la mirada para encontrarme a un Harry frotándose la cara con ambas manos que a continuación van hacia su pelo y tiran de el – joder, no quería hacerlo, no hoy, no aquí, no ahora, pero no aguanto más, después de dos años ya no. – hay unos momentos de silencio en los que él mantiene los ojos cerrados por lo que yo aprovecho para observarle, no sé lo que va a pasar y estoy un poco asustado a decir verdad. – te quiero ¿vale? - ¿Qué? - Y no como a un amigo, no como a los demás, tú no te das cuenta de lo que provocas en la gente, y lo siento, por favor no te enfades, te vayas o me odies, porque... - he dejado de escuchar aunque soy consciente de que sigue hablando, me levanto despacio, él no se da cuenta, no está mirando tiene los ojos cerrados y no para de pasarse las manos por la cara con nerviosismo mientras habla, no puedo evitar sonreír un poco al llegar donde él está. Le cojo las manos con delicadeza y se las aparto de la cara, él cierra los ojos con fuerza, casi con miedo, como si estuviera esperando un golpe, en vez de eso solo pongo una mano en su cuello y me acerco lentamente hasta que nuestros labios se encuentran. Puedo notar como Harry se relaja y en menos de un segundo está siguiendo el beso, y dios, puedo jurar que se siente como estar en casa.