Un Día Con La Muerte

Introducción

La vida de una persona no debe de ser sobre valorada por las experiencias buenas o malas, pues muchas de ellas no siempre las elegimos, sino que la vida misma nos la pone como pruebas para hacernos crecer y en ocasiones nos llevan a cometer malos actos.

La influencia de terceros a veces no nos conducen por el camino adecuado y los que si lo podrían hacer viven sólo para cubrir sus propias necesidades.

Mis padres nunca han estado conmigo, la familia en la que crezco se formo por las circunstancias que se dieron cuando engendraron a una bastarda, esa soy yo y así es como me llaman los que me dieron la vida. Tal vez lo mejor hubiese sido no nacer, pero algo en el destino hizo que fuera todo lo contrario.

Mi nombre es Samantha Rivera, tengo 16 años y las cosas he que vivido todos estos años, no se loa deseo a nadie, ni siquiera a mi peor enemiga.

Yo a diferencia de los demás no tengo la necesidad de tener un amigo y mucho menos un hermano eso era lo mejor estar sola para no contagiar a los demás de la oscuridad que me rodeaba. Nunca conocí a ningún pariente solo tenía a los que decían ser mis padres.

Estudiaba la preparatoria, porque así tiene que ser, en el colegio todos me huyen por mi apariencia, visto siempre de negro y solitaria es como un hábito para mí. Todos mis profesores trataban de acercarse pero es algo que no puedo permitir o las consecuencias por hacer lo contrario serian fulminantes.