Juan Luis
Por un momento me siento como un desdichado por pensar en saciar mis necesidades corporales en lugar de estar al tanto de la salud de mi hijo.
Salimos de la habitación más rápido de lo que tardamos en llegar a ella, así sin más.
Corro a entregar la llave a la mujer en recepción y me mira escéptica, casi puedo apostar que por su cabeza pasa la idea que soy un incontinente sexual, pero si supiera... Me da la tarjeta y alcanzo a Andre en la puerta donde ya ha pedido al Ballet que traiga el automóvil.
-No será nada grave, ya veras -Le susurro al oído mientras la abrazo y le dejo un beso en la cima de la cabeza.
Suelta un sollozo y se me parte el corazón, quisiera convertirme en un super heróe y arreglar todo en el mundo para quitarle los malos ratos y las preocupaciones, pero solo soy un simple mortal.
-Vamos ya veras que no es grave -Insisto.
Sorbe y asiente -La temperatura es cosa escandalosa.
Manejo en silencio y lo más rápido que los señalamientos en la calle me lo permiten, no necesito multas ni escándalos estando la situación así.
Aparco y en un santiamén mi mujer sale del auto y ya esta abriendo las puertas de la casa.
Hasta que tu hijo padece es cuando te das cuenta de los esfuerzos y preocupaciones que tuvieron que pasar nuestros padres cuando eramos pequeños.
Dejo el freno sin apagar el motor y salgo para ver en que puedo ayudar, Andre ya viene en la puerta con niño en brazos.
-Mamá ya lo baño, dice que lo sentía mas caliente antes pero que ha aminorado.
Asiento y ambos entramos al coche. Mi mujer me indica como llegar al hospital y me apresuro lo que las calles mexicanas me dejan hacerlo.
Saco la gorra y las gafas oscuras que guardo en el tablero y me las pongo mientras el semáforo se coloca en rojo.
El esconderme no servirá de nada pero no pierdo gran cosa con prevenir.
Joselito comienza a llorar y piso el acelerador.
-En la siguiente a la izquierda -Comenta Andre meciendo en sus brazos a nuestro hijo y dando un beso protector en su cabeza.
Al llegar a la avenida me estaciono en doble fila y mi mujer baja directa a la entrada del hospital, la sigo y lo único que puedo hacer con el auto es cerrarlo con el mando a distancia, al diablo con todo, la sangre de mi sangre está mal.
Me tambaleo un poco al entrar por el cambio de la luz que las gafas no me evitan. Es un mal menor. Me acerco al mostrador en el que pido informes a una anciana bien arreglada que viste de enfermera.
-Buenas, hace un momento entro mi mujer con mi hijo en brazos.
-Aquí cada momento entran mujeres con niños en brazos, joven -Niega pero sonríe jovialmente.
Me retuerzo las manos avergonzado.
-Si bueno, pero no tan hermosas como ella. Es bajita y blanca, cabello negro y liso.
-¿Ve que diferencia? Si la muchacha entro por el pasillo del fondo a la izquierda, la esta atendiendo el pediatra en turno.
Respiro y me dirijo hacia donde la mujer me dijo. Me paro y me giro apenado por lo maleducado que he sido.
-Gracias -Levanto la voz y ella me hace un gesto con la mano haciéndome andar por el pasillo.
Me tranquiliza que mi hijo ya este en manos expertas.
Veo el anuncio de el consultorio indicado y entro sin tocar. Me estremezco un poco, nunca me han gustado las consultas médicas ni los hospitales. Todo sea por la familia.
-Ya le esta bajando la fiebre -Andre palmea la silla a su lado y me invita a sentarme.
-¿Estará bien? -Le pregunto al tipo que esta volteado frente a la camilla donde se asoman las piernitas de mi niño.
-No hay peligro, es solo una leve infección. Sé que les preocupa, su mujer me dice que son padres primerizos -El medico me sonríe con amabilidad y se me evapora un poco la tensión.
Un sonido rompe el momento, me busco en los bolsillos y noto que nisiquiera tengo mi teléfono, el que traigo es de Andre.
Israel dice en la pantalla y la miro frunciendo el ceño porque un tipo le este llamando.
Levanto una ceja y le tiendo el celular.
-¡Mierda! -Exclama en voz baja.
-¿Que pasa? -Pregunto intrigado al ver su reacción... ¿Le preocupa que haya visto que un hombre le llamaba?
-Nada -Niega-. No es importante, la prioridad ahora es salir de aquí con este pequeño sano y salvo.
Dejo de lado los interrogatorios por el momento pero anoto mentalmente la situación para sacarla a flote más tarde, cuando Joselito dejara de provocarme preinfartos.
~~~
Cien años después vengo y con una miseria de capítulo, pero bueno... Se que merecen más y quiero darles más pero no puedo, el trabajo y las tareas me absorben.
Por favor no me odien por tardar, al no escribir pierdo la noción de la historia y me cuesta. Prometo encender nuevamente mi foquito y no perderme tanto.
Espero que estén bien y que diario se acerquen más a sus sueños.
Besos y bendiciones.
(Tengo un grupo en Whats por si quieren mantener contacto, podrían enviarme su número)
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Pretty Boy & Pretty Girl
FanfictionSu humildad prevalece y cada quien cosecha lo que se merece. Segunda parte de Pretty Boy & Dirty Girl