Cosas se me van "ocurriendo" (y que algún día usaré en alguna historia).

Demonio multi-rostros.

Este es un monstruo que apareció en mis pesadillas una noche hace poco tiempo. Recuerdo que desperté con los latidos acelerados. Para esto tuve que mejorarlo un poco y añadir información.

Este es un demonio de piel color gris oscura, corpulento y de dos metros de altura. Como el titulo lo dice, tiene múltiples rostros alrededor de la cabeza, llegando hasta su nuca, pero su rostro central se sitúa en el mismo lugar que el de cualquier humano. Todas las cuencas de sus ojos están vacías, y en la parte superior de la cabeza empiezan a formarse cuernos cubiertos por piel, siendo las únicas cosas en su cabeza que no tienen rostro.

Su vestimenta no es tan vasta, es una simple armadura de metal brillante (la razón de esto es que su piel es muy resistente, siendo casi tan  dura como la roca), y consigo porta un hacha de doble filo de su misma altura con base de madera y hojas de hierro grabadas en extraños símbolos.

La única manera de devolverlo a su lugar de origen es mediante un espejo, siendo llevado hasta él con otros espejos más pequeños, dibujando flechas en ellos para guiarlo hasta la trampa. Claro que no es tan fácil. El demonio Multi-rostros es muy agresivo. Ataca a cualquier señal de movimiento enemigo.

Su modo de comunicarse depende de con quién esté tratando de hacerlo. Puede interpretar cualquier idioma con sólo escucharlo, haciéndola una de las razas de demonios más listas de todas.

Se puede hacer un trato con dicho demonio a cambio de una mínima ofrenda: Una gota de la sangre de quien desee convocarlo. La razón de esto es que la sangre lo conecta con su amo, y aumenta su poder demoníaco. El poder demoníaco de un Multi-rostros baja conforme a los años que pase con vida, lo que los hace propensos a hacer tratos con varios seres. 

La forma de atraer a este demonio es derramando una gota de sangre en un espejo, no importa si esta roto o sea pequeño. No se necesita decir o cantar algo, la sangre será suficiente. Lo único que tienes que decir después de esto es lo que necesitas a cambio de la sangre. El demonio se irá si te retractas.

La única forma de terminar el trato es cumplir el objetivo por el que se ha llamado al demonio.

Si el demonio está siendo gobernado por alguien o algo, la única forma de deshacerse de él es matando a su amo. La razón de esto es que, a pesar de haber recuperado su fuerza con la sangre de quien lo controla, sigue estando conectado con esa persona o cosa hasta el final del trato.

  Otra forma de matarlo es atacando su punto débil: Su cuello. Es el único lugar que no es lo suficientemente fuerte, aunque de todas formas no es tan fácil, ya que su cabeza está llena de ojos.