Destiny

Capítulo 1

No son horas para subir historias, mas soy un ser nocturno por naturaleza y tenía que sacarme esta idea de la cabeza. Para los que lleguen aquí por primera vez, no van a entender algunas cosas o mejor dicho, no le darán la importancia que corresponde, pero de igual sean bienvenidos. Para los que siguen Blood & Roses esto va a amarrar algunos hilos sueltos y a cambio, les daré más dudas. No todo es posible en esta vida, no conmigo y mis historias.

Monster

—¿A qué viene ese semblante de que estás pensando en algo trascendental que cambiará el rumbo de la historia? —cuestionó a quien había permanecido en silencio, mirando hacia el exterior con enorme tranquilidad—. El Séptimo Escuadrón llamando a su idiota capitán, responda. —El pelirrojo continuaba en su nube de pensamientos—. La comida está lista, así que vayamos...

—Abuto, ¿por qué no me dijiste eso desde un principio? —Se giró hacia él con una sonrisa en sus labios.

Descaro y conveniencia era lo que más poseía.

—¿Dije que la cena estaba preparada? Perdón. Me equivoqué. Lo único que está listo es todo el papeleo que debes leer y firmar.

El rostro de Kamui denotaba un hastío casi contagioso.

—Encárgate de eso —ordenó pasivamente antes de dar media vuelta y empezar su retirada—. Esas cosas siempre me aburren.

—¡Si siempre soy yo el que las hace! ¡Dígnate a hacer tu trabajo de vez en cuando!

—Abuto, eres mi mano derecha. Por lo que te corresponde.

—¡Eso no forma parte de! ¡Trae tu trasero hasta acá y haz lo que te digo! —Él era el único que tenía los cojones para gritarle de esa manera al cabecilla del Séptimo Escuadrón y futuro líder del Harusame.

Sin embargo, antes de que ambos pudieran abandonar el área, toda la nave se tambaleó con enorme vigor; como si algo enorme los hubiera impactado precipitadamente. Y aunque la alarma sonó por todo el lugar, no le dieron mayor importancia. Lo que había ocasionado el tambaleo estaba en frente. Lo veían claramente a través de las circulares ventanas.

—Creo que este fue su último viaje. —Abuto veía el deplorable estado de ese navío. Le sorprendía que hubiera logrado tener el impulso para golpearlos—. Puede ser que la dirección a la que nos estemos dirigiendo no sea muy acertada.

—Si fuiste tú quien decidió hacia dónde movernos.

—Por supuesto que no, ¡imbécil! Fuiste tú... ¿Ya olvidaste que cerraste los ojos y moviste tu dedo índice sobre el mapa del universo para decidir a dónde iríamos?

El otro se hizo como que no lo escuchara.

—¿Hacia dónde se supone que vamos ahora?

—Finge demencia. Es lo que mejor se te da. —Respiró unas cuentas veces para calmarse y volvió a ser el mismo de siempre—. Según lo que entendí vamos hacia Gatama.

—¿Qué es lo que hay ahí de interesante?

—Era un planeta tranquilo hasta que se volvió famoso por los valiosos minerales que hay en sus minas. Por ello se llenó de piratas espaciales y todo tipo de calaña que deseaba obtener dinero rápidamente. —Abuto, como siempre, estaba perfectamente informado de cada pequeño detalle.

—¿Y entonces a qué vamos? —Ciertamente el segundo al mando tenía unas ganas supremas de golpearlo—. Porque eso suena muy aburrido.

—Después de haber enfrentado al Ejército de Liberación y a ese monstruo inmortal, todo lo que te encuentres resultará de lo más soso.