Capítulo 13

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"Inesperado... muy inesperado..."

Solo de esa forma se podía describir lo que el hombre más atractivo de Japón estaba viviendo en un día de locos que no salió en nada como se lo esperaba, sus planes fueron frustrados de una forma que no se hubiese imaginado.

-¡Sí! ¡Sí! ¡Oh no, mi corazón! ¡Han cautivado mi corazón! ¡Oh! ¡Los amo! -gritaba el fotógrafo entre gemidos y respiraciones entrecortadas.

"Tú... ¿Qué haré contigo?"

La miraba intensamente mientras saboreaba el chocolate que se derretía entre sus dedos.

"Parece que... aun no lo entiendes..."

La mano de ella cubierta por chocolate, él la puso en su mejilla embarrandosela ligeramente.

"Pero no lo dejaré así..."

La otra mano libre de la pelinaranja fue tomada por él, la llevó debajo de su camisa y la posó con intensidad en su pecho desnudo mostrandole lo que era suyo y sorprendiendola, haciendo que por la sorpresa por un segundo Natsu desaparesca y un leve sonrojo se notase causada por la mirada de él.
El palpitar del órgano vital de Ren era acelerado, estaba nervioso, ella lo volvía loco en todo el sentido de la palabra, sentía nervios y miedo, no quería que las cosas salieran mal, quería mostrarle us sentimientos de forma adecuada, no quería que nada salga mal, no quería que ella se aparte de su lado... Sus latidos eran los de un hombre totalmente enamorado.

"Esto... ¡Esto no puede estar pasándome! ¡Cara de Natsu! ¡Cara de Natsu! Ay... -nota algo- Su corazón... ¿Por qué... Por qué el corazón de Tsuruga-san late así? ¡¿Por qué... Por qué me miras así?! No... No puede ser... Es cierto él es un gran actor... Y ahora... Él actúa de un hombre enamorado... Enamorado de mí... "

Kyoko al instante recompuso su rostro, la expresión de sorpresa fue rápidamente reemplazada por una sonrisa ladina como quien ya de antemano sabía que era la única propietaria del mundo de aquel hombre frente a ella que le demostraba que estaba totalmente, tanto literal como metafóricamente, comiendo de la palma de su mano y le complacía... mas no se dejaría conquistar, pues nadie dominaría su frío corazón. Así era Natsu y así desearía ser Kyoko... Pero claro con un hombre como él, es mucho más que imposible.

-¡Oh! ¡Ah! ¡Ay! ¡Ay que delicia! ¡Oh! ¡Ah! -de repente se puso una mano en el pecho, como si estuviese sufriendo un ataque al corazón- Alto... ¡Alto! ¡Paren todo! -ordenó de repente el fotógrafo europeo y al instante todo el estudio se detuvo- ¡Ay! Eso.. eso fue... ¡Maravilloso! ¡Ay... mis gatitos! ¡Meow! ¡Son unas fieras! ¡Oh nunca me había excitado tanto! ¡Buen trabajo! ¡Bonicimo! ¡Merecen un descanso! -los trabajadores suspiraron y cada uno fue a lo suyo- ¡Oh mi gatita traviesa! -se dirigió a Kyoko- ¡Eres tan sexy que te quiero para llevar! ¡Estupendo trabajo!

-Mmm... gra... graci... as... Cor... Corleone-san... -Kyoko agradece con duda e incomodidad por esa extraña forma de alagar y un feroz sonrojo en su rostro que ya se había tardado en aparecer.

"Fotógrafo pervertido"

Yashiro miraba con disgusto a Ernesto Corleone.

-¿Yashiro-san, por qué me sigue tapando los oídos?

-Por tu bien María-chan... Por tu bien...

El fotógrafo se quedó en trance mirando a la bella actriz de doradas orbes, causando que estalle la ira dentro de Ren y entonces, de la nada una gota de sangre se deslizó desde sus fosas nasales.

-¡Ay! ¡No puedo más! -pone un puño en su pecho- ¡Te deseo! -gritó mientras corría al baño por el sangrado nasal de una forma muy cómica y hasta cierto punto femenina.

Skip Beat: Luces, cámara y... ¡Amor!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora