Primer acto

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-Ángeles, seres puros que se caracterizan por su escasez como raza y la luminosidad que desprenden por naturaleza. Tienden a ocultarse de los humanos y otras comunidades mágicas que no pertenezcan a los de su clase y presentan ciertas peculiaridades.

La Profesora McGonagall levanta la vista del libro que estaba leyendo en voz alta y mira inquisitivamente al profesor Dumbledore. Al ver que no dice nada, continúa leyendo.

>> Son criaturas que tienden a la soledad pero que necesitan de mucha luz diaria para una función fisiológica normal y de lugares altos para descansar.

-Bueno, como le toque Slytherin va a ser un problema.

-Sigue, Minerva.

>>Físicamente, su cuerpo presenta cambios con respecto a los humanos; su piel, tan pálida que raya la transparencia en determinados casos no es comparable con su cabello, pues todos lo poseen tan fino que levita con el mismo aire. Sus ojos varían entre grises y blancos, y son de los pocos seres que pueden mirar indefinidamente al Sol sin cegarse.

-Seguro que es una buena buscadora.

-Aún no hemos llegado a la mejor parte, Albus.

>>Pero su más peculiar rasgo son las alas que les brotan como una continuación de los omóplatos, constituidas por plumas blancas y suaves. Algunos poseen la capacidad de hacerlas encogerse parcialmente o incluso desaparecer. Por supuesto, esto varía según la subespecie.

>>Pese a su hermosa apariencia son tremendamente delicados. Cuanto más pálida sea la piel, más frágiles tienden a ser sus huesos. Sin embargo, su capacidad de regeneración es mucho más alta que la humana regenerando así huesos en minutos. Aunque hereden la magia como algo natural, no se presentan como seres peligrosos.

McGonagall cerró el libro de "Criaturas Mágicas y Dónde Encontrarlas" y lo colocó de nuevo en la estantería del despacho.

-No es que no quiera acogerla, Albus, pero tendremos que tener especial cuidado con ella.

-Tiene dieciséis años, querida. Si son tan inteligentes como el libro dice, no deberíamos tener ningún problema con ella.

El director se levantó de su opulento sillón, y con aire jovial, se dirigió al aparador donde guardaba las bebidas.

-¿Algo de beber, Minerva?

******

En mi familia, todo es luz. Nuestra piel brilla, nuestros ojos claros tienen su propia luminiscencia y vivimos en lugares donde siempre estemos expuestos a ella.

Cada vez que llegaba una carta para el colegio, era una negativa. Hasta que cumplí dieciséis años todo habían sido excusas para no dejarme marchar.

No te arriesgues a la oscuridad innecesariamente, en casa estarás más protegida, no conoces a nadie como nosotros allí.

Pero estaba cansada de tanta paz y tranquilidad. Necesitaba sentir la emoción por primera vez en mi vida, la pasión por sentirte rodeado y la sensación de calidez que ofrecen las grandes multitudes.

Pero eso no es propio de un ángel, por supuesto.

La vida de un ángel se milita a escoger tu hogar, en el que pasarás casi toda tu existencia. Tiene que ser alto o apartado de los demás donde reine el silencio y la luz. Con frecuencia, parejas jóvenes abandonan su hogar y crean su propio nido, literalmente.

También puedes optar por una plaza en la ciudad de los ángeles, colocada sobre las nubes de Noruega. Solamente al reinar los seis meses de luz anuales es posible habitarla. Al tener las yemas de los dedos semitransparentes, podemos moldear las nubes sin sentirnos afectados por el frío ni el agua. Así, creamos una ciudad de blanca y vaporosa nube donde lo único que puedes hacer ahí es sentarte y disfrutar del sol. Sentía perderme la asamblea de aquel año, donde todos los ángeles del mundo nos reuníamos en un lugar para pasar juntos los seis meses de luz en Dileah, la Ciudad.

Y aún más lo sentí cuando me probé el uniforme. Poco acostumbrada a llevar ropa pesada, aquella capa oscura con el jersey y todo lo demás me hacía parecer más blanca de lo que en realidad era.

Mi madre no dijo nada al verme así vestida. Mi familia hizo una solemne y seria despedida tal y como indican nuestras costumbres, y me dirigí una semana antes de que empezaran las clases al colegio con la gran maleta a cuestas.

Se me olvidaba una cosa. Mi familia y yo vivíamos en el corazón del Bosque Prohibido, donde hace miles de años colisionó un meteorito, creando un cráter sin árboles y que mi familia llevaba ocupando durante siglos.

Y esa era la primera vez que salía de casa.




Hola :3

La verdad es que esto es una ida de cabeza que me ha venido. Se me ocurrió una tarde al verme las pelis de Harry Potter y aquí estamos.

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Sofía <3

{Sirius Black} Un ángel en Hogwarts. TERMINADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora